La apertura parcial de la estación del concejo asturiano de Lena estuvo en el aire hasta el último momento, tras una semana de protestas y presiones por parte de usuarios, partidos políticos y trabajadores, que veían como las pistas estaban nevadas, pero se retrasaba el estreno de la campaña de esquí a causa del retraso (valga la redundancia) en la inspección del telesilla de Brañillín.

 

Al final la lluvia se convirtió en juez y, después de caer agua a cántaros, el viernes por la tarde-noche se decidía no abrir las pistas. La nieve se fundió y con ella las ilusiones de muchos aficionados al esquí y de los trabajadores de la estación que, no contentos en cómo se lleva la gestión de Valgrande por parte del Gobierno del Principado de Asturias, convocaron una manifestación para el mismo sábado.

 

 

A las doce del mediodía y con los remontes parados, más de 400 personas se manifestaron con una pancarta cuyo lema rezaba “¡¡inversiones ya!!”. Entre los manifestantes, representantes de los ayuntamientos de Lena y Villamanín. La alcaldesa de Lena, Gemma Álvarez, aseguró que “sin inversiones, Pajares cerrarà en menos de diez años”.

 

En estos momentos, la Junta tiene pendiente de asignación en el presupuesto 1,5 millones de euros para Pajares, pero de momento no han llegado. Además, los manifestantes reclaman destinar a la nieve parte de los fondos mineros.

 

Los manifestantes, a los que se unieron también los clubes de esquí, esperan una respuesta positiva por parte de la consejería de Deportes del Principado de Asturias, porque "no sólo les afecta a ellos, sinó que han roto el turismo con los esquiadores de la provincia leonesa que asisten con fluidez hasta la estación", aseguran.

 

 

Hasta ahora, el impedimento han sido los trabajos de mantenimiento de su telesilla principal, el Brañillín. Veremos cuando abre Valgrande Pajares.