Las estaciones de esquí del Pirineo aragonés han amanecido este jueves blancas, como si el otoño empezase ya a preparar la temporada de esquí.

 

La nueva estación ha traído temperaturas ya de bajo cero. Astún ha marcado este jueves la temperatura más baja del país, con -0,7 grados, mientras que la estación de Cerler ha registrado 1 grado y la de Formigal, 1,9.

 

La nieve ha llegado esta madrugada a cotas por debajo de los 2.000 metros. En el caso de Astún, las cámaras mostraban teñido de blanco el entorno del lago de Truchas, cercano a los 1.800 metros de altitud. Una imagen que coincide con los primeros anuncios de la temporada de esquí.

 

El 5 de octubre se pondrá a la venta en promoción el forfait de temporada 100k que permite esquiar indistintamente en Astún y Candanchú y también están a la venta los pases del grupo Aramón (Formigal-Panticosa, Cerler, Javalambre y Valdelinares).

 

 

 

En el Pirineo occidental la cota de nieve bajará a los 2.000 m, pudiendo acumular 10-15 cm de nieve por encima de los 2.200-2.400 m. No suficiente para "esquiar", pero sí para "rallar" los esquís de los más impacientes.

 

Ambiente fresco, con temperaturas en valles de 5º de mínima y 9º máxima y una ISO 0º que bajará a los 2.300 m. Vientos flojos o moderados. Al final del día, tras anochecer, la cota de nieve podría bajar a los 1.800 m, pero ya sólo precipitaría en la cara norte del Pirineo oriental, como la divisoria de Llanos del Hospital y especialmente en el Valle de Arán, que se quedará blanco esa noche.

 

Los cielos se irán despejando durante la madrugada posterior, ocasionando heladas en los valles, especialmente al sur de la divisoria, donde despejará antes.

 

 

Es posible que este viernes se repitan las nevadas en varios puntos de la península, ya que se prevén precipitaciones cerca de la divisoria con Francia y la cota se volverá a situar próxima a los 1.800 metros.