Las estaciones de esquí echan el resto para abrir el mayor número de pistas y remontes en Navidad
Foto: Candanchú
La Navidad está a la vuelta de la esquina y la nieve no abunda como el año pasado en las estaciones de esquí de la Península ni, por ahora, parece que quiere nevar. La falta de nieve es desigual.
La situación comienza a ser preocupante en el Pirineo Aragonés, la Cordillera Cantábrica, el Sistema Central, el Sistema Ibérico, los Pyrénees Atlántiques, los Hautes Pyrénées, la Haute Garonne, el Ariège y las Neiges Catalanes, donde en estos momentos sólo hay abiertas al público cuatro estaciones de esquí: Cerler, Les Angles, Font Romeu y Grand Tourmalet. Sin embargo, en todas estas zonas, el objetivo es abrir al público este fin de semana, como ya han anunciado para este sábado, Formigal, Candanchú, Astún, Ax 3 Domaines, Formigueres, Javalambre, Valdelinares, Porté Puymorens, Peyragudes, Piau, Luz Ardiden, Cauterets y la Pierre Saint Martin.
En cambio, en Sierra Nevada, el Pirineo catalán y Andorra funcionan el 100% de las estaciones. No todas ellas presentan unas condiciones tan óptimas como la temporada pasada por estas fechas, pero los cañones de nieve artificial y lo que nevó a principios de otoño permiten que puedan afrontar las fiestas navideñas con cierto optimismo.
Comparativa de nieve con años anteriores (promedio 2013-2017)
Lo cierto, es que ha habido otros años en los que la situación era muy pareja a la que se vive ahora. De hecho, si se compara con el promedio del quinquenio 2013-2017, la reserva actual de nieve (519 hectómetros cúbicos) podría considerarse dentro de lo normal. Lo que sucede, es que la memoria a corto plazo nos lleva a recordar la situación de los dos últimos años, cuando la cantidad de nieve en las pistas por estas fechas era mucho mayor. En concreto, y según datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro, ahora hay casi la mitad de nieve (un 46% menos), que a mediados de diciembre de 2017.
Ante esta falta del manto blanco tan necesario para el turismo de nieve y sus áreas de influencia, los cañones de innivación artificial, las máquinas pisapistas y todos los equipos humanos con palas y retroexcavadoras, incluso helicópteros, trabajan intensamente para intentar ponerse en marcha -en el caso de las que no lo han podido hacer- o abrir más pistas al público de caras a las fiestas navideñas.
En Astún están utilizando camiones y palas para recoger la nieve que el viento desplazó hacia el parking para llevarla a los embarques de los telesillas y las pistas de la zona baja, mientras que en Candanchú están moviendo la nieve almacenada desde primavera con la técnica del ‘snowfarming’ para cubrir las partes más bajas de Pista Grande y están pisando la Tuca, donde la nieve está acumulada en los ventisqueros.
La situación es totalmente diferente, y para bien, en Cerler, que ha abierto el telesilla Basibé y la última nevada, aunque ligera, por encima de los 1.800 metros y la producción de nieve han permitido ampliar hasta los 39 kilómetros.
Astún abrirá el día 26 de diciembre con 16,6 km esquiables. Fotos actuales de las pistas. Pulsa para acceder.
Lo mismo ocurre en Sierra Nevada, la que más nieve acumula de la Península. Así como en el Pirineo Catalán y Andorra, donde están en funcionamiento todas las estaciones, con cantidades y calidad de nieve diferentes y la Navidad parece asegurada.
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