Ahora podemos ver en vídeo de este nuevo hito del esquí de velocidad, que si bien dista mucho de las meteóricas cifras que se logran en la nieve, hay que entender que las condiciones son completamente diferentes a las que se pueden encontrar en la nieve. Para este logro, Jan se expuso al asfalto con la única protección de un casco y un mono de motociclismo confiando plenamente en unos esquís Atomic de 1,95 metros y en sus piernas. ¿Qué será lo siguiente que afronte este adicto a la velocidad?

 

“Técnicamente, esquiar en estas condiciones es muy complicado: durante el intento de récord del mundo estuve luchando constantemente contra el asfalto, ya que los esquís cobraban vida propia, volviéndose muy inestables a partir de 50 km/h. Están inservibles y han quedado como piezas de museo; uno para el circuito y otro para Formula GT Experience.” Explicó Farrell.

Su plusmarca sobre asfalto se une al récord de velocidad de descenso en pista cubierta, cosechado en mayo de 2015 en el SnowHall Amnevile, Francia. En esa ocasión, Jan alcanzó los 104,965 kilómetros por hora. Jan Farrell es un esquiador profesional que participa en la categoría Speed 1 de la Copa del Mundo de Speed Ski, en la que los participantes superan los 200 kilómetros por hora sin motor.