El Cervino, por su cara italiana, o Matterhorn, por la de Suiza, ya cuenta con una nueva hazaña labrada en sus pendientes. Se trata del descenso en esquí de Edmond Joyeusaz, el guía y esquiador de 60 años de Courmayeur, realizado este 25 de mayo.

 

Lo ha hecho de forma diferente y en especial la bajada de Joyeusaz con relación a otros descensos en esquí desde la cumbre de 4.478 helvético-italiana, empezó por la cara norte y luego cambió de dirección para esquiar la cara este de la montaña.

 

La cara este se ha esquiado varias veces y un puñado de esquiadores y snowboarders han hecho la ruta completa, pero aún es un logro significativo para un hombre de 60 años. Él mismo explica en su página de Facebook que "no fue fácil tener suficiente nieve en ambos lados (norte y este) y buenas condiciones climáticas al mismo tiempo".

 

 

Instructor y entrenador de esquí durante más de 30 años, Edmond Joyeusaz vive en Courmayeur, al pie del Mont Blanc. En su haber cuenta con la Copa de Italia de esquí alpino en 1984, un mundial en 1999 y ser uno de los mejores esquiadores italianos.

 

 

Joyeusaz fue uno de los pioneros en descubrir el snowboard a mediados de los 80 con el que realizó los primeros descensos extremos en el Mont Blanc. Ha sido el protagonista y organizador de expediciones de montañismo en los Himalayas y Karakorum (Everest, K2, Cho Oyu, Lhotse) durante más de 20 años. Desde la cima del Shisha Pangma (8,047 mt.), en el Tíbet, realizó el primer descenso completo en esquís, que aún no se ha repetido en la actualidad. Además, fue el primero en esquiar en las laderas de K2.

 

En su último descenso, perpetrado el pasado 25 de mayo, Joyeusaz subió por la ruta habitual de Swiss Hornli, justo por encima de la cabaña Solvey, donde el manto de nieve tenía 50 cm de profundidad en algunos tramos.

 

 

Se puso los esquís en la cumbre suiza del Matterhorn y esquió por  la pared norte en la medida de lo posible. "Bajé en esquís durante unos 250 metros desde el lado norte”, explicó "Realmente fui tan lejos como pude, luego se volvió demasiado empinado, excedía los 85 grados, pendientes que ni siquiera son de nieve”. En este punto, tuvo que utilizar cuerdas de seguridad de 40 m y cruzando la pared se trasladó a la pared este, donde en 1975 Valeruz hizo el primer descenso con esquís.