El esquiador francés Léo Slemett, oriundo de Chamonix-Mont-Blanc, ha vuelto a demostrar por qué es una de las figuras más innovadoras y atrevidas del esquí extremo.

 

 

 

La hazaña, realizada durante el crepúsculo, ofrece imágenes mágicas donde el blanco del glaciar se fusiona con el tenue naranja del sol poniente, creando un espectáculo visual que ya acumula miles de reproducciones en plataformas como Instagram y YouTube.

 

“Cuando la montaña se convierte en un espectáculo y el cielo besa el horizonte. El sol se pone y mis esquíes se iluminan para el último descenso del año”, escribió Slemett en su publicación, que ha sido celebrada por aficionados y profesionales de la montaña.  

 

 

El descenso nocturno a través de la Vallée Blanche, un laberinto de grietas y seracs en el macizo del Mont Blanc, no es algo que se deba tomar a la ligera. "Esquiar de noche en un glaciar es una idea que normalmente no debería pasar por tu cabeza", reconoce Dumas, quien junto a Slemett había soñado con este proyecto desde 2020.  

 

 

La ejecución del plan no estuvo exenta de contratiempos. En el vídeo, titulado “Detrás de escena”, se muestra cómo Slemett cayó en una grieta durante el descenso.

 

Aunque el incidente podría haber terminado en tragedia, sus compañeros lograron rescatarlo con herramientas técnicas como piolets y microtracs, evitando la intervención de los equipos de rescate.  

 

La Aiguille du Midi, conocida como una de las montañas más icónicas del macizo del Mont Blanc, no solo es un destino para escaladores y esquiadores experimentados, sino también un símbolo de la rica historia y tradiciones montañeras de Chamonix.

 

El vídeo de Slemett, que ya ha sido visto por más de 300.000 suscriptores en el canal de Mathis Dumas, representa una búsqueda estética que va más allá del deporte.