Pues bien, quizás en un futuro no lejano no tendremos que oír estas explosiones, porque la empresa austriaca SATS, líder del sector, ensaya una tecnología para la liberación controlada de avalanchas que se basa en la sostenibilidad y la protección del medio ambiente y que es silenciosa.

 

 

El sistema para desencadenar aludes de SATS prescinde de explosivos, por lo que no hay residuos de agentes detonantes, no hay riesgo de lesiones, queda asegurada la protección de los animales salvajes al no provocar ruido y tiene un coste más bajo.

 

 

El SATS Avalanche ATS se instala de forma estacionaria en la zona y puede funcionar en cualquier situación de nieve gracias a un mando a distancia: un dispositivo de elevación hidráulico activa un deslizamiento de nieve seguro o una avalancha.

 

 

SATS se puede colocar en cualquier pendiente de difícil acceso y propensa a avalanchas.

 

Otra ventaja es que la tecnología se puede utilizar fuera de la temporada de invierno. En verano, por ejemplo, se pueden desencadenar deslizamientos de tierra específicos mediante una placa extendida.

 

Hasta ahora, había varias formas de desencadenar avalanchas de forma controlada. La más conocida es con explosivos, pero han seguido desarrollándose otros sistemas y ahora hay varias posibilidades.

 

En Chamonix, por ejemplo, la estación trabaja con explosiones de gas para desencadenar las avalanchas.

 

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