El año 2016 se despidió con un mes de diciembre extremadamente seco en la principal cordillera europea. Las precipitaciones (casi nulas en el norte de Los Alpes) brillaron por su ausencia impidiendo el tan deseado estreno invernal. El 2017 parece haber entrado con mejor pie debido a la ola de frío que ha arrasado Europa en estos últimos días. Que si bien no ha dejado excesivas precipitaciones, ha favorecido la innivación artificial, lo que está permitiendo esquiar en pistas blancas sobre fondos verdes.
 

Este poco deseado comienzo de temporada ha desbaratado los planes de muchos provocando cuantiosas cancelaciones y pocas ventas, tanto en hoteles como en estaciones de esquí. Por ejemplo, la conocida región de Jungfrau vio un 25% menos de visitantes de lo que acostumbra.

“Este año, mis esquís aún están en la caja” comenta Mauro Loss, director de la escuela alpina Scuola Graffer en Trento, Italia. “A 2.500 metros se te llenan los zapatos de polvo [en vez de de nieve]. Es hora de reinventar los deportes de montaña” continúa

En Europa se conoce al periodo entre navidad y Semana Santa como la temporada de esquí. Pero estos últimos años, esta creencia popular parece estar modificándose. Mucha gente ya no se atreve a reservar unas navidades blancas por miedo a no poder hacer uso de sus tablas. La temporada en Suiza empieza hoy en día unos 12 días después y termina 26 días antes de lo que lo hacía en 1970, como comenta Martine Rebetez, Profesor de la Universidad de Neuchatel, Suiza, que lleva estudiando datos meteorológicos de Los Alpes desde hace 4 décadas.

Si bien a finales de Octubre y Noviembre las expectativas estaban por las nubes debido al pequeño invierno que nos sorprendió con grandes nevadas, las altas temperaturas posteriores y la falta de precipitación acabó por derretir la nieve caída y dejar la montaña verde de nuevo. Este mes de Diciembre fue el que dejó menos nieve en Suiza desde que se lleva registro, desde hace 100 años.
 

Acumulación de nieve en comparación procentual con la media de años anteriores.
Ningún punto del mapa llega al 100%. El máximo ronda el 60%
 

Como ya hemos mencionado, la última tormenta ha traído mucha nieve. Pero por desgracia para nosotros, no ha caído toda en la montaña. Así hemos visto playas blancas en Sicilia, o Atenas cubierta de powder. Algunas estaciones austríacas se han llevado un buen pellizco pero al este de la frontera con Suiza las precipitaciones han sido casi irrelevantes. Sobre todo en Los Alpes franceses.

Los grandes resorts como Chamonix no parecen ver peligrar la temporada ya que tienen muchas reservas para más avanzado el invierno y la estadística debería jugar a su favor. Además las temperaturas parecen mantenerse bajas lo que facilita la creación de nieve. En el cantón suizo de Los Grisones la temporada ha empezado con un 4% menos de público que el año pasado y casi un 22% menos que en la media de los últimos 9 años. Muchos de los turistas que sí se han atrevido, han optado por otras actividades a parte del esquí.
 

Foto de los trampolines de Obertsdorf (Alemania) en Diciembre del 2015 justo antes del torneo
 

Muchos operadores británicos ofrecen un “seguro” en sus paquetes por el cual, se puede modificar la estación, si las condiciones de nieve no son las esperadas. Como ésta, muchas otras ofertas y modalidades han ido apareciendo en los últimos años para adaptarse a las nuevas condiciones. Y aunque los turistas conocen la situación, parece que el nivel de reservas no se ha visto aún realmente mermado. ¡Aún hay esperanza!

Como ya se sabe, muchos científicos alertan de los riesgos del cambio climático. Se calcula que a finales de siglo la línea de nieve podrá situarse (si se cumplen los pronósticos) a unos 500 metros por encima de su nivel actual. Cada vez es más frecuente en invierno, ver días de lluvia y no nieve en altitudes elevadas.

La temporada pasada al final acabó con buena nieve y los resorts pudieron salvarse por los pelos. Estaremos pendientes de como se desarrolla esta temporada y os informaremos convenientemente.

Basado en un artículo de la web bloomberg y mi propia experiencia