Editado 11horas del lunes 11 de septiembre

El glaciar Trift en la localidad suiza de Saas-Grund (más conocida por la estación de esquí de Saas-Fee) se encuentra en una situación alta de inestabilidad y está siendo controlado por las autoridades locales. El sábado ya se observó el inicio de una rotura en su lengua y se procedió a evacuar a gran parte de la localidad ya que se esperaba una rotura parcial en las próximas 24 horas.

El domingo por la mañana se acabó rompiendo la lengua, aproximadamente entre 300.000 y 400.000 metro cúbicos de hielo parecen haberse desprendido. Por suerte, el hielo acabó cayendo unos metros más abajo en el propio glaciar, evitando daños a las poblaciones subyacentes.

El glaciar Trift (Triftgletscher en alemán) nace en el pico Weissmies a 4.020 msnm y desciende por las laderas del famoso valle suizo de Saas. Este gigante de hielo lleva retrocediendo desde 1986.  Aunque aún presenta una longitud total de 2,5 kilómetros y una superficie de 2,5 kilómetros cuadrados.

Si bien la situación parece haberse relajado, aún se esperan nuevas pequeñas rupturas, aunque no se prevé que éstas alcancen zonas pobladas. Por este motivo continúan cerradas las instalaciones y los senderos y remontes de la parte inferior del glaciar en la estación de Saas-Fee. Aun así, la normalización de la situación ha permitido que las personas evacuadas vuelvan a sus casas y que la carretera vuelva a ser abierta al tráfico.

La localidad de Saas-Grund vive desde 2014 bajo la amenaza de rotura, ya que la velocidad del glaciar ha ido aumentando en estos últimos años. Con esta rotura parcial, la tensión parece haberse liberado finalmente y la situación de alarma de los últimos años podría tener sus días contados. Muy importante también es la seguridad que esta nueva situación representa para el turismo en la zona.

En las últimas semanas, la velocidad de la lengua del glaciar había aumentado de forma anormal, lo que llevó a los glaciólogos el jueves pasado a instalar sondas en la masa de hielo para poder digitalizar todos sus movimientos. 

En el mismo sábado, la velocidad pasó de unos 120 cm al día a 2 metros al día, lo que levantó todas las alarmas. Y ya en la madrugada del domingo se llegó hasta a los 5 metros diarios, lo que acabó, unas horas después, con la rotura previamente comentada.

El glaciar continúa siendo vigilado muy de cerca aunque la situación parece haberse calmado con respecto a los últimos años. Es posible que en los próximos días se produzcan nuevas roturas que esperemos no alcancen ninguna población del valle.

Fuente y fotos 1815.ch