El mundo de la enseñanza del esquí lleva un tiempo experimentando una transformación digital y el último ejemplo es el lanzamiento de dos aplicaciones innovadoras que pretenden cambiar la manera en que los esquiadores, tanto principiantes como avanzados, aprenden y mejoran sus habilidades.

 

 

 

Esta plataforma permite a los usuarios encontrar y reservar clases de esquí con instructores certificados en cualquier centro de esquí del país. Inspirada en la simplicidad y el éxito de las aplicaciones de citas,

 

SnowMatch ofrece una solución integral para conectar a esquiadores con instructores calificados de manera eficiente y transparente.

 

Desarrollada por Tomás Bacigalupo, un exesquiador olímpico argentino, la aplicación busca resolver un problema común en los centros de esquí: la falta de un sistema organizado para contratar instructores independientes.

 

 

SnowMatch permite a los usuarios elegir a su instructor en función de información detallada, que incluye la experiencia del instructor, los idiomas que domina y su disponibilidad.

 

Esto no solo facilita la elección para los clientes, sino que también ofrece a los instructores una plataforma para destacar sus habilidades y gestionar sus horarios.

 

Además, la aplicación garantiza que todos los instructores estén certificados por la Asociación Argentina de Instructores de Esquí y Snowboard, brindando así una experiencia segura y profesional.

 

El impacto de SnowMatch ha sido notable, con casi 100 instructores ya utilizando la plataforma y una creciente demanda tanto en centros de esquí masivos como Catedral, como en destinos más exclusivos como Chapelco y Cerro Castor.

 

Aunque por ahora la app está enfocada en Argentina, los desarrolladores tienen ambiciones de expandirse a otros mercados, incluyendo Chile, Europa y Estados Unidos, con versiones en español, inglés y portugués.

 

 

 

 

Fundada por tres de los mejores instructores de Australia, la aplicación ofrece una manera revolucionaria de mejorar las habilidades de esquí sin necesidad de estar en las pistas.

 

El funcionamiento de Ski HQ es simple pero efectivo. Los usuarios graban un video de sí mismos esquiando, lo envían a través de la aplicación y reservan una sesión en vivo por Zoom con uno de los instructores.

 

 

 

Este modelo ha ganado popularidad rápidamente, con videos de sus sesiones en Instagram que se han vuelto virales, atrayendo a un público global.

 

Los precios varían, con opciones desde USD$99 para una sesión de 30 minutos hasta planes de entrenamiento más largos que incluyen retroalimentación ilimitada y un programa de entrenamiento personalizado fuera de temporada.

 

Ambas aplicaciones quieren triunfar donde otras anteriores han fracasado y ser un avance en la enseñanza del esquí, democratizando el acceso a instructores de calidad y permitiendo una personalización que antes era difícil de lograr.