El Mundial de saltos de esquí ha comenzado este fin de semana en Wisla (Polonia). A diferencia de la casi totalidad de las competiciones de esquí alpino que han tenido que ser canceladas este otoño -siete de ocho- debido a la falta de nieve, sí se han podido disputar las pruebas de salto, en las que los esquiadores "volaron", a falta de nieve, sobre una superficie plástica.

 

 

Las altas temperaturas y la falta de precipitaciones están obligando a que algunas de las pruebas de la Copa del Mundo de esquí tengan que adaptarse a estas inusuales condiciones meteorológicas.

 

En esta ocasión, los organizadores han tenido que utilizar la tecnología que se usa en la temporada de verano y por ello los esquiadores han aterrizado sobre plástico cuando, en estas fechas, lo normal es hacerlo sobre la nieve.

 

A diferencia de la nieve y a pesar de una imagen un tanto atípica, la superficie plástica aguantó de maravilla el clima lluvioso que reinó en el estadio de Wisla durante las finales masculinas y femeninas del sábado.

 

 

En declaraciones a Antena 3 Noticias, ex saltador español Ángel Joaniquet, considera que "salvar la Copa del Mundo en saltos es fácil, salvarla en esquí es mucho más difícil". Y es que el plástico frena los esquís, con lo que, sin nieve, no es posible competir en pruebas de alpino.

 

Joaniquet, que formó parte del equipo olímpico español y compitió en los JJOO de Invierno de Sarajevo 84, asegura que saltar sobre plástico no ofrece ningún problema e incluso se pueden conseguir marcas importantes cercanas a los 150 metros.

 

Por cierto, el saltador local Dawid Kubacki ganó la prueba masculina en Wisla, mientras que la noruega Silje Opseth lideró el salto femenino en la primera parada de la Copa del Mundo de Salto de Esquí de esta temporada.