El proyecto, de iniciativa privada, tiene como objetivo situar al Principado como referencia mundial del entrenamiento deportivo en altura especializado en deportes de invierno y ciclismo.

 

El CRAMEA también se ha visto afectado por el aumento de precios de los materiales y el CEO de Bomosa, Manel García, ha explicado que el presupuesto del complejo, que era de 16 millones de euros, se ha disparado hasta los 22.

 

 

Pese a ello, los trabajos ya avanzan por dos frentes de forma paralela, por una parte, el Govern está realizando el vaciado del antiguo edificio de Sud Ràdio, que es donde se ubicará el CRAMEA, mientras se están haciendo las obras de excavación del terreno, los trabajos para llevar el agua potable y el Comú de Encamp está creando un vial de acceso para los esquiadores, ya que las instalaciones se encontrarán junto a las pistas de Grandvalira.

 

Si todo avanza según lo previsto, el centro de alto rendimiento debería ponerse en marcha en la primavera de 2025 y el representante de la promotora Bomosa está convencido que, tres años después (2028), va a generar beneficios, “porque en Europa existe una carencia de centros de estas características” a 2.508 metros de altura.

 

 

La capacidad del CRAMEA será para 140 deportistas y su residencia contará con 80 habitaciones. La idea es empezar con un empleo de entre el 60 y el 65%. A partir del próximo año, ya se iniciarán los contactos con las diferentes federaciones, equipos y comités olímpicos para vender el proyecto.

 

Además de la residencia, habrá una zona de fitness y wellness, una zona médica y de recuperación y espacios polivalentes, entre otros.