En palabras de Xavier González, Director General de Boí Taüll, “un año más, nuestra meta es dar los mejores servicios a nuestros clientes y llevarlos de la mano para que descubran el encanto de la Vall de Boí y disfruten de nuestras instalaciones. Los equipos de animación, actividades, atención al cliente, restauración, etc, en complicidad con nuestros clientes, intentarán, como cada verano, contribuir a crear el mejor ambiente posible”.

 

 

 

Con el solsticio de verano, el fuego es el protagonista durante la temporada de Fallas, declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Esta ancestral tradición, compartida por muchos pueblos de los Pirineos, se vive con mucha intensidad y pasión en la Vall de Boí. La gente del lugar hacen sus propias fallas, que encienden en el faro en lo alto de la montaña, para descender en una trepidante carrera hasta el centro del pueblo, para después celebrar y bailar alrededor de la hoguera alimentada por las fallas apiladas.

 

La primera bajada de fallas será la de Durro, con la fiesta de San Quirico el próximo 17 de junio. En la noche de San Juan se bajarán las fallas de Boí, el 1 de julio en Barruera y el 7 de julio se corren fallas en Erill la Vall. Las últimas son en Taüll, el 14 de julio.

 

 

 

Boí Taüll presenta un calendario de actividades deportivas que comienzan con la Copa Catalana Internacional de BTT 2018, que pasará por la Vall de Boí los días 16 y 17 de junio. La estación acogerá otras competiciones como el Buff Epic Trail Aigüestortes, del 29 de junio al 1 de julio. De cara al mes de septiembre tendrá lugar el día 2 el Gran Fondo la Falla Vall de Boí.