Aymar estaba haciendo una línea en Bec des Rosses con un triple que iba camino de auparse al podio del Xtreme de Verbier. Había superado lo más difícil, enlazar el primer cortado con el tercero y sólo tenía que recepcionar.

 

 

El manto nivoso estaba duro e irregular y cuando su esquí tocó la superficie, Aymar perdió el control y empezó a resbalar cuesta abajo en lo que en el propio circuito lo llaman un tomahawk, con tan mala suerte que impactó contra una roca que lo dejó inconsciente mientras seguía rodando como un muñeco antes de detenerse.

 

A los 30 segundos llegaron los primeros “ninja”, como les llaman en el argot a los equipos de rescate situados en diferentes puntos de la bajada y que son los primeros en actuar.: A los diez minutos, el helicóptero ya lo trasladaba al hospital.

 

 

Nos ponemos en contacto con Aymar por Instagram y hablamos con su representante, Ander Ordoñez, para saber cómo se encuentra.

 

 

Las buenas noticias es que se ha descartado totalmente cualquier posible hemorragia cerebral. Aymar tiene una doble fractura en la escápula derecha, roto el metatarsiano de la mano derecha y posible fisura de dos costillas. En principio se descarta que tenga que pasar por quirófano. También presenta múltiples golpes y magulladuras, sobre todo en el rostro.

 

 

Ahora toca descansar y recuperarse lo antes posible. Ánimos Aymar.