El gobierno de Andorra ha trasladado a la Dirección General de Tráfico (DGT) y al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana español una petición para ampliar la carretera N-145 de entrada a Andorra desde la Seu d’Urgell.

 

 

Esta es una de las conclusiones del estudio de las posibilidades de apertura de la red de movilidad andorrana, cuyo objetivo es la apertura de Andorra y explorar vías para mejorar la conectividad con el exterior.

 

El estudio fue presentado por el director de movilidad del ejecutivo andorrano, Jaume Bonell en su comparecencia en la comisión de economía y política territorial, junto con el ministro de territorio y vivienda, Víctor Filloy, y el ministro de presidencia, economía y empresa, Jordi Gallardo.

 

El informe pone sobre la mesa las opciones para facilitar el acceso del Principado de forma factible, viable y asumible y que no sólo permitan conectar con los países vecinos, sino que también permitan la llegada de público de todo el mundo.

 

 

Esta situación provoca, en momentos de mucha afluencia, largas retenciones que colapsan las vías andorranas hasta el centro del país, por el cuello de botella que muchas veces se forma en la frontera del río Runer.

 

El responsable de Movilidad ha revelado que la propuesta se ha hecho llegar a las autoridades españolas y que se trata de un proyecto factible, ya que el punto más delicado, el túnel de Anserall, ya se hizo pensando en esta posibilidad.

 

Según Bonell, las autoridades españolas han recibido de forma positiva la propuesta y el ministerio se ha comprometido a estudiar su viabilidad, mientras que desde la DGT lo habrían aprobado enseguida.

 

 

El coste estimado sería de 59 millones de euros y permitiría rebajar el trayecto en cuatro kilómetros. Esto, sí, debería desdoblarse en la aduana.