La Unión hotelera de Andorra (UAH) efectúa un buen balance del mes de agosto con cifras similares a las del año pasado que rozan el 80%, teniendo en cuenta que un 20% de los hoteles permanecen cerrados.

Según informa la Radio y Televisión andorrana, este inusual verano marcado por la pandemia ha superado las expectativas iniciales del gremio hotelero andorrano que eran pesimistas teniendo en cuenta el contexto de pandemia.

El turismo de proximidad ha repuntado respecto a ejercicios anteriores, sobre todo en las parroquias altas, por contra en las bajas ha disminuido.

Después del periodo de confinamiento y de un junio y julio flojos, en agosto hay un repunte de la ocupación turística con más de un 75% de media, cifras que se equiparan a los datos del año pasado, teniendo en cuenta, sin embargo, que el 20% de los hoteles no ha abierto.

Por parroquias, Ordino (88,65%) y La Massana (86,21%) son las que mejores resultados han obtenido este agosto, mientras que Sant Julià de Lòria (47,62%) es donde la ocupación ha sido menor.

Destaca el turismo de proximidad que ha preferido ir a las parroquias altas. Según el director de la Unión Hotelera, Jordi Pujol, La Massana y Ordino han estado por encima del resto por el tirón que tiene la bicicleta. "En el lado negativo están las parroquias bajas, como San Julià, donde el turista es diferente".

Los porcentajes así lo muestran, ya que el balance de ocupación del mes pasado tanto en La Massana como Ordino rozan casi el 90%, unos totales muy por encima de los del año 2019.

Según Pujol, ahora llegan los meses más complicados, ya que en otoño no suele haber muchos períodos de vacaciones. Explica que desde que abrieron han estado trabajando también en el invierno, que es el producto estrella del Principado. Añade que "se tienen que dar muchos condicionantes como que la situación sanitaria no empeore, que podamos tener controlado el rebrote”. En este sentido, la organización hotelera se está coordinando con el Gobierno para intentar prever escenarios.