El borrador del plan de desescalada de las restricciones por el Covid-19 diseñado por la Generalitat de Catalunya y filtrado ayer a los medios, ha caido como un jarro de agua fría entre muchos colectivos, especialmente en el sector del comercio, la restauración, el ocio y el turismo.

Además, la onda expansiva de las repercusiones de esta desescalada ha llegado mucho más allá de nuestras fronteras, en concreto a Andorra. En el País de los Pirineos se ha disparado la alarma ante la posibilidad, según las medidas y los plazos del documento filtrado del Govern catalá, de que no lleguen turistas hasta después de las fiestas navideñas, a partir del 18 de enero.

El borrador del documento que el Procicat deberá validar el jueves, señala este día -17 de enero- como la fecha hasta la cual se mantendrá el cierre perimetral de Catalunya.

Esto supondría que durante las vacaciones de Navidad sería imposible la llegada de turistas y visitantes procedentes de Catalunya, lo que representaría un golpe durísimo para el sector turístico.

Los comerciantes y hosteleros de Andorra, así como las estaciones de esquí, aseguran que la medida será la "ruina". El turismo catalán y francés constituyen la esperanza para mantener el negocio este invierno, ya que debido a las restricciones de la Covid-19 se da por perdido gran parte del mercado internacional (principalmente británico y ruso).

Los hoteleros se mantienen a la expectativa y tienen esperanzas de que se encuentre alguna solución. "ya hace meses que tenemos reservas para la Purísima, Navidad y Semana Santa, otra cosa es que después deban anular. De momento no lo haremos hasta que no se confirme que se aplica el Procicat de cuatro fases. Si se aplica, ya lo anularán los clientes", explica el director de la Unión Hotelera (UHA), Jordi Pujol.

Las diferentes patronales andorranas alertan que, en caso de confirmarse que el cierre perimetral alarga hasta enero, muchos negocios quedarían en una situación crítica.

El borrador de desescalada de la Generalitat pone limitaciones al esquí hasta el próximo enero. Más info

Por ello, reclaman al Gobierno que se negocie con la Generalitat alternativas que puedan permitir la llegada de visitantes catalanes al Principado.

En declaraciones a los medios andorranos, Sonia Yebra, presidenta de la Asociación de Comerciantes del Eje Central, valoró que "es una noticia que nos hace mucho daño porque la campaña de Navidad y diciembre es la más importante de todo el año en cuanto a turismo, y si sumamos el Black Friday y el puente de la Purísima perdemos gran parte de la facturación".

Las consecuencias más inmediatas no se han hecho esperar y, por ejemplo, Vallnord-Pal Arinsal decidió ayer detener el proceso de contrataciones que estaba llevando a cabo con vistas a abrir la temporada el 4 de diciembre. La oferta de empleo se ha paralizado en espera de conocer si se confirman las nuevas medidas filtradas que quiere adoptar la Generalidad de Catalunya para la desescalada en el país vecino.

Fuentes de la estación señalaron al Diari d’Andorra que se ve bastante improbable abrir el 4 de diciembre y ya se da por perdido el puente de la Purísima. De ser así, se trabajaría para iniciar la temporada en Navidad.

Para intentar analizar la situación y posibles soluciones, el Gobierno de Andorra ha convocado una reunión de urgencia, consciente de que, si se confirma, el golpe para la economía andorrana puede ser muy duro.