El tramo de 12 kilómetros entre el Congosto de Ventamillo (Seira) y Campo, en la provincia de Huesca, ha quedado abierto al tráfico este martes sin restricciones de velocidad.

La actuación, promovida por el Ministerio de Transportes, ha supuesto una inversión superior a los 90 millones de euros y busca mejorar la seguridad y comodidad en esta vía, principal acceso al valle de Benasque.

Vecinos y empresarios de la zona han expresado su satisfacción por la finalización de esta obra, considerada una demanda histórica. Según José María Ciria, presidente de la Asociación Turística y Empresarial Valle de Benasque, la renovación era necesaria en una carretera que llevaba más de un siglo sin mejoras significativas. "Solo pedíamos una carretera digna, y eso es lo que se ha conseguido", afirmó durante su intervención en Aragón TV.

Beneficios y mejora de la movilidad

Autoridades y representantes empresariales y sociales de Ribagorza durante su visita a uno de los nuevos túneles de la N-260. (Foto: Subdelegación del Gobierno en Huesca)

Ciria destacó que las nuevas infraestructuras, que incluyen túneles de 540 y 265 metros respectivamente, aportarán un ahorro de tiempo y una conducción más cómoda al eliminar los antiguos puertos. "Han sido cinco años con cortes en la carretera, pero ha merecido la pena", aseguró.

El subdelegado del Gobierno en Huesca, Carlos Campo, calificó el día como "histórico" para la comarca de Ribagorza. Durante la inauguración, resaltó los avances en seguridad vial, con los túneles monitorizados las 24 horas desde el Centro de Control de Monrepós, en Arguis, y la ampliación de la carretera de 5,5 a 8 metros, lo que facilitará el cruce de vehículos pesados y autobuses.

Después de años de trabajos y cortes intermitentes, esta apertura representa un hito para la conectividad y desarrollo de la región, ofreciendo una vía moderna y segura que transforma la experiencia de los conductores.