Para muchos, el esquí y el snowboard no son simplemente deportes, sino una forma de vida. La emoción de deslizarse por una montaña nevada, el sonido de los esquís cortando la nieve y la adrenalina de una bajada rápida son sensaciones que, para algunos, se vuelven indispensables.

Pero, ¿cómo saber si es solo una afición o si ya has cruzado esa delgada línea que te convierte en un auténtico adicto a la nieve?

Si te identificas con varias de las siguientes señales, es posible que el esquí o el snowboard ocupen un lugar más importante en tu vida de lo que habías imaginado.

Aquí te dejamos algunas pistas que podrían revelarlo:

(Este texto está inspirado en un artículo de SnowBrains.)

● Tienes una app para todo lo relacionado con la nieve

Tu smartphone es una herramienta indispensable en la montaña. Cuentas con aplicaciones para monitorear el tiempo, el estado de la nieve, los mapas de estaciones, el seguimiento por GPS de cada bajada e incluso la previsión de avalanchas.

Si revisas constantemente estas aplicaciones en busca de actualizaciones, es una señal clara de que tu mente está siempre en la montaña.

● Piensas y hablas de esquí o snowboard durante todo el año

No importa si es verano o invierno, tu conversación gira siempre en torno a la nieve. Cuando te reúnes con tus amigos esquiadores, inevitablemente acabáis discutiendo sobre la última bajada, las condiciones de la temporada o los próximos planes de viaje.

Incluso cuando te vas a dormir, tu mente sigue imaginando descensos por una montaña nevada.

● Ves una montaña nevada y ya estás planeando cómo bajarla

(Foto: Arlberg autor: Josef Mallaun)

Cualquier montaña es una posible pista para ti, incluso si no está nevada. Ves una pendiente y ya estás pensando en qué línea seguirías y cómo sería el descenso. Este instinto de analizar cada montaña te delata como alguien que vive y respira por deslizarse por pendientes.

● Tu feed de redes sociales está lleno de esquí y snowboard

Si entras a tus redes sociales y lo único que ves son videos de profesionales, estaciones de esquí o polvo fresco, probablemente tu obsesión con el deporte haya alcanzado otro nivel.

Ver una y otra vez esos vídeos de nieve te mantiene conectado al deporte incluso cuando no puedes estar en la montaña.

● Odias el verano

Para muchos, el verano es sinónimo de descanso y diversión, pero para ti, representa la cuenta atrás hacia el invierno.

Mientras la gente disfruta del sol, tú solo piensas en que no puedes esquiar, y tal vez incluso experimentes un leve "síndrome de abstinencia" durante esos meses calurosos.

Foto: pxhere.com

● Estás obsesionado con el material

No puedes resistirte a una tienda de esquí o a una feria de material de segunda mano. Aunque ya tengas todos los esquís, tablas, cascos o chaquetas que necesitas, siempre sientes la tentación de comprar más.

Eres de los que tienen un equipo específico para cada tipo de nieve o condición meteorológica, y siempre estás buscando la última novedad.

● Haces ejercicio solo para estar en forma para la temporada

(Foto:Pixabay)

Correr, levantar pesas o hacer yoga no son solo una manera de estar sano, sino una preparación para la próxima temporada de esquí.

Para ti, la motivación detrás de cada sesión de entrenamiento es asegurarte de que estarás en la mejor forma posible para pasar largas jornadas en la nieve sin agotarte.

● El coste no te importa

Forfaits, viajes, equipo... El esquí o snowboard pueden ser deportes caros, pero para ti, cada euro invertido está más que justificado.

Aunque seas prudente con tus gastos en otras áreas de la vida, cuando se trata de la montaña, estás dispuesto a gastar sin pensarlo dos veces.

● Haces al menos un viaje de esquí al año

6 Consejos para el transporte de material de esquí en aviones

Tu estación local es genial, pero no es suficiente. Necesitas la emoción de viajar a nuevos destinos, explorar diferentes estaciones y enfrentarte a terrenos variados.

Si además has organizado viajes al hemisferio sur para esquiar en verano, es una señal inequívoca de que tu pasión por la nieve ha alcanzado su punto más alto.

Estas señales reflejan la fuerza de tu pasión por el esquí o el snowboard. Ser "adicto" a la nieve no tiene por qué ser algo negativo, siempre que mantengas un equilibrio saludable en otras áreas de tu vida.

Y si te has identificado con varias de estas señales, no te preocupes: formas parte de una comunidad global que vive para encontrar esa nieve polvo perfecta y esas bajadas inolvidables.