La polémica ha vuelto a girar en torno al deporte ruso tras las declaraciones incendiarias de Elena Vyalbe, presidenta de la Federación Rusa de Esquí de Fondo, quien sugirió que "lanzar una gran bomba en el centro de Londres" podría ser la solución a la exclusión de los atletas rusos de las competiciones internacionales.

 

 

En una entrevista con la televisión rusa, Vyalbe no ocultó su frustración ante la persistente sanción: "Probablemente diré cosas que no se me permita decir, pero creo que todo acabaría si lanzáramos una gran bomba en el centro de Londres y entonces seguro que se nos permitía participar en todas las competiciones", afirmó la exesquiadora, quien ganó tres medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Invierno y catorce en los Campeonatos Mundiales de Esquí de Fondo.

 

 

La prohibición de participación para los atletas rusos y bielorrusos sigue vigente debido a la invasión rusa de Ucrania, un conflicto que ha generado repercusiones no solo en el ámbito político, sino también en el deportivo.

 

 

La Unión Internacional de Biatlón ha mantenido su postura firme. "La decisión del Congreso de 2022 seguirá en vigor. Esto significa que los atletas rusos no participarán en ninguna competición. No hay ninguna disposición en las reglas de la IBU sobre la participación de los atletas en un estado neutral", explicó el organismo en un comunicado reciente. 

 

 

 

Las declaraciones de Elena Vyalbe reflejan el creciente malestar en Rusia por la prolongada exclusión de sus deportistas.

 

En la misma entrevista, Vyalbe subrayó el histórico conflicto entre Rusia y el mundo occidental: "La lucha de Rusia contra el resto del mundo ha estado en marcha durante siglos y nunca les gustamos, ni siquiera cuando nos dejaban competir en todos lados. Parece que están esperando con el cuchillo afilado y escondido en la espalda. Somos un país fuerte y nuestro poder irrita al resto del mundo. Tarde o temprano nos dejarán competir", sentenció.

 

 

El conocido comentarista deportivo Dmitry Guberniev ironizó sobre las palabras de Vyalbe, sugiriendo que si quería lanzar una bomba, tal vez Trondheim, en Noruega, fuera un mejor objetivo. Nikolai Valuev, ex campeón mundial de boxeo y diputado de la Duma Estatal, también se mostró en desacuerdo, describiendo los comentarios de Vyalbe como una "emotiva reacción", pero inadecuada para un escrutinio serio.

 

 

La situación de los atletas rusos sigue siendo incierta. Aunque las autoridades deportivas del país mantienen la esperanza de un eventual retorno a las competiciones internacionales, Vyalbe admitió que ese regreso podría tardar años, incluso después del fin de la invasión de Ucrania. "Ahora entiendo que incluso después del final de la operación especial, nada sucederá rápidamente", lamentó la presidenta de la federación.

 

El veto a Rusia ha generado un impacto significativo en los deportes de invierno, una disciplina donde el país ha tenido históricamente un peso considerable.

 

Vyalbe, con su impresionante trayectoria como deportista -ganadora de 14 medallas de oro en campeonatos mundiales y tres oros olímpicos-, ha sido una de las principales voces en defensa de los atletas rusos en este contexto. Sin embargo, declaraciones como las recientes parecen polarizar más la situación, alejando una posible resolución.

 

La exclusión de competiciones deportivas, como los Juegos Olímpicos o los campeonatos mundiales de disciplinas clave como el biatlón o el esquí de fondo, es vista en Rusia como parte de una estrategia internacional para debilitar al país.

 

Mientras tanto, el Comité Olímpico Internacional (COI) y otras federaciones deportivas internacionales continúan evaluando la situación, con opiniones divididas sobre cómo proceder con los deportistas rusos y bielorrusos.