Ahora, la justicia italiana ha imputado a cuatro miembros de la organización, acusados de un delito ambiental.

 

Se proyectaba como la primera carrera de esquí transfronteriza jamás organizada, con la ambición de convertirse en una cita esencial del calendario de la Copa del Mundo de esquí. Sin embargo, este sueño se ha convertido en una pesadilla en las nieves del Cervino.

 

Tras su cancelación en noviembre de 2022 por falta de nieve, la carrera fue aplazada sin fecha fija al año siguiente debido a vientos excesivamente fuertes. En marzo pasado, la "Gran Becca" fue finalmente eliminada del calendario de competiciones internacionales de la Federación Internacional de Esquí (FIS).

 

 

 

Ahora, la justicia italiana ha intervenido imputando a cuatro organizadores. Los magistrados investigan las excavaciones realizadas en el glaciar entre Zermatt y Cervinia, acciones que ya eran objeto de investigaciones en Suiza. Las denuncias fueron presentadas por activistas ecológicos tanto italianos como suizos.

 

La fiscalía del tribunal de Aosta sostiene que los organizadores cometieron un delito ambiental, al haber excavado sin autorización una trinchera paralela a la lengua del glaciar, de 330 metros de largo y 8 metros de ancho.

 

 

El presidente de la sociedad que gestiona los remontes de la estación de Cervinia, su predecesor en el cargo, el presidente del comité organizador suizo y el conductor de la excavadora han sido imputados.

 

La "Gran Becca", que debía iniciar en Suiza a más de 3,700 metros de altitud y concluir a 2,800 metros en territorio italiano, finalmente verá su desenlace en el tribunal de Aosta, donde se decidirá el destino de la que aspiraba a ser la carrera de esquí más alta del mundo.