El documento definirá las acciones necesarias para desarrollar un sistema de activación controlada de aludes, por primera vez en la red viaria de la Generalitat, que permitirá favorecer la movilidad en este entorno.

 

 

 

 

 

El objetivo de la actuación es reducir el riesgo de que las avalanchas que puedan producirse en este ámbito afecten a la calzada. El proyecto recogerá los trabajos necesarios para aplicar un sistema de protección activo, diferente al habitual de barreras antialudes (pasivo).

 

Este sistema incluye la instalación de tubos (explosores) en puntos estratégicos que expulsan gas mediante control remoto para desencadenar una avalancha, así como las canalizaciones correspondientes. Este sistema se puede utilizar en condiciones meteorológicas adversas y sin la manipulación de explosivos.

 

El proyecto incluye la instalación de dos unidades de protección de este tipo en un tramo que abarca 1,7 kilómetros de la C-28 y representa la primera fase de una serie de actuaciones similares que se ejecutarán anualmente a partir de 2025 con el objetivo de mejorar la protección contra las avalanchas en el conjunto del Port de la Bonaigua.