A pesar de las condiciones meteorológicas adversas que afectaron la práctica del esquí, estas cifras superaron las registradas durante la pandemia en el 2020-2021, así como las de los años 2015-2016 y 2016-2017 en número de esquiadores e ingresos.

 

La temporada fue particularmente difícil debido a la falta de nieve y a los vientos fuertes que obstaculizaron la puesta en marcha de los telesillas en varias ocasiones por motivos de seguridad. Además, las altas temperaturas dificultaron la producción de nieve de cultivo para mantener las pistas en óptimas condiciones. A pesar de estos desafíos, las estaciones de León destacaron como las que ofrecieron la mejor oferta de nieve continuada del Cantábrico.

 

 

El diputado de Turismo, Octavio González, describió la temporada como "atípica" y destacó que, a pesar de las condiciones meteorológicas adversas, se registró la mejor Semana Santa de los últimos cinco años. González expresó su agradecimiento al personal de las estaciones y a las empresas que prestan servicios en ellas, subrayando la importancia económica de estas instalaciones invernales para las áreas de influencia en las montañas central y occidental leonesas.

 

 

Mirando hacia el futuro, se anunció una inversión significativa de más de 10 millones de euros en Valle Laciana-Leitariegos para la próxima temporada, con el objetivo de mejorar las instalaciones y aumentar su atractivo para los esquiadores.

 

 

San Isidro y Valle Laciana-Leitariegos recibieron un total de 58,436 y 28,387 esquiadores respectivamente, con el día de mayor afluencia siendo el 16 de marzo. La mayoría de los visitantes procedieron de las regiones de León, Asturias, Galicia y Portugal.

 

En términos de abonos anuales, San Isidro registró 2,195 y Valle Laciana-Leitariegos 539, mientras que la venta total de forfaits fue de 42,834 y 15,638 respectivamente. A pesar de estos esfuerzos, los ingresos totales de las estaciones se sitúan por debajo de los 2 millones de euros, con la mayor parte correspondiendo a San Isidro.