A pesar de no tener su mejor actuación en la última carrera de slalom gigante de la temporada, Gut-Behrami demostró su clase al mantener una consistencia sobresaliente a lo largo de toda la temporada. Con una ventaja prácticamente insuperable sobre sus rivales en ambas clasificaciones, Lara sabía que solo necesitaba mantenerse dentro del top 15 para asegurar su primer Globo de Cristal en la especialidad de slalom gigante.
 

 

Aunque los nervios estuvieron presentes en la jornada decisiva, la esquiadora suiza demostró su temple y experiencia al esquiar con seguridad y determinación. A pesar de no haber logrado su mejor actuación, cruzar la línea de meta en la octava posición fue suficiente para garantizar su merecido título y desatar una oleada de emociones y celebraciones entre sus seguidores y admiradores.

 

 

Por otro lado, Federica Brignone, su principal rival durante la temporada, también brilló con luz propia con un esquí excepcional adjudicándose la victoria en el último gigante de la temporada. A pesar de no haber logrado el primer lugar en la clasificación general ni en slalom gigante, Brignone demostró su calidad al obtener seis victorias y 12 podios en diferentes disciplinas a lo largo del año.

 

Además de Gut-Behrami y Brignone, otras "jóvenes promesas", como la esquiadora de Nueva Zelanda Alice Robinson y la noruega Thea Louise Stjernesund, también dejaron su huella en las Finales de la Copa del Mundo, mostrando un talento y una determinación impresionantes en las pistas. Robinson ocupó el segundo lugar en el gigante de Saalbach, mientras que Stjernesund se llevó el tercer puesto.