Big Sky ha estrenado este invierno el primer teleférico construido en los últimos quince años en una estación de esquí de América del Norte. El Lone Peak es la joya de la corona del resort de Montana, el tercero en extensión de los Estados Unidos, en su cincuenta aniversario.

 

El Lone Peak no es un remonte cualquiera, de diseño austriaco y construido en Suiza, tiene capacidad para 75 pasajeros que, en apenas cuatro minutos, traslada desde la sección intermedia de la estación hasta su punto más alto, con un impresionante panorama de 360 grados de las Montañas Rocosas.

 

 

 

El nuevo remonte comenzó a construirse el verano pasado y es significativamente más grande, con una carga máxima de pasajeros de 75 personas en comparación con los 15 del original, aunque el complejo lo carga a menos de la mitad de esa capacidad durante el invierno para evitar que la cumbre se llene de gente.

 

El nuevo viaje también es más largo en unos 1280 metros verticales y tiene una alineación ligeramente alterada con la cima de Lone Peak: la base comienza más abajo que el punto de carga original y reduce un poco el tiempo de viaje, a 3,7 minutos de los 5 de antes.

 

 

 

 

El Lone Peak es la joya de la corona en el plan maestro de una década de Big Sky, conocido como Big Sky 2025, pero no es la única novedad. Las mejoras de infraestructura comenzaron en 2016 con la instalación del telesilla exprés Powder Seeker 6, y el telesilla de alta velocidad para seis personas, Swift Current 6, se convirtió en el elevador más rápido de América del Norte el invierno pasado.

 

 

El nuevo remonte irá desde el pueblo hasta la parte inferior de The Bowl, conectando la terminal del teleférico inferior con un nuevo centro de aprendizaje a mitad de la estación, con varias opciones gastronómicas nuevas y servicios para esquiadores.