Este comienzo temprano de la temporada se ha hecho posible gracias a su ubicación única: la estación está situada en un altiplano a 1.700 metros de altitud, rodeado de glaciares y con picos que superan los 3.000 metros. La temperatura promedio en noviembre no supera los -1,2 °C.

 

Este evento es esperado con gran entusiasmo por los esquiadores, y también marca una etapa significativa para numerosos atletas de élite que acuden a Bessans para llevar a cabo sus entrenamientos previos a las competiciones.

 

El 4 de noviembre, los equipos de Francia de esquí de fondo y biatlón, que incluyen varios campeones olímpicos, estuvieron presentes para conmemorar la apertura, según informó la estación en su sitio web.

 

 

Considerada como la capital nórdica de los Alpes, Bessans destaca por sus 133 km de pistas dedicadas al esquí de fondo, trazadas en técnica clásica y patinaje, ofreciendo experiencias excepcionales para los amantes de la nieve.

 

Además, cuenta con 3 km de pistas destinadas al esquí alpino, empleando desde 2018 la técnica del "snowfarming". Este método implica conservar nieve bajo una capa de 40 cm de virutas de madera al final de la temporada, permitiendo la apertura de pistas desde el otoño.