La nieve ha hecho acto de presencia de nuevo en muchas estaciones de esquí de la Península y de los Alpes, lo que, junto a la bajada de temperaturas, puede dar a pensar que se ha acelerado la carrera para abrir las pistas y los remontes y dar comienzo a la temporada 23-24. ¿Pero, está nevando suficiente?

 

 

A diferencia de las nevadas de septiembre o primeros de octubre, las que están cayendo todavía hoy ya son aprovechables para las estaciones, ya que si las temperaturas lo permiten, sobre el manto natural pueden empezar con la red de cañones de nieve producida.

 

 

Todavía es pronto para saber si alguna de las estaciones va a avanzar su fecha de apertura y dependerá de lo que suceda en las próximas semanas, y la próxima semana el tiempo parece que tiene tendencia a estabilizarse, pero lo que sí parece más seguro es que se puedan cumplir los calendarios previstos y antes de finalizar noviembre estemos esquiando tanto en la Península como en los Alpes franceses.

 

 

Tres ejemplos de tres países: Val Thorens y Baqueira Beret tienen previsto abrir el mismo día, el 25 de noviembre, y Grandvalira el 1 de diciembre.

 

 

 

El paso de la borrasca Ciarán por la Península no solo ha dejado lluvias y fuertes vientos, también importantes nevadas.

 

Son las primeras de la temporada y han afectado mayormente a cinco zonas del país. En algunos casos, incluso se han acumulado hasta 35 centímetros de nieve nueva.

 

 

La nieve se ha movido en cotas a partir de los 1.000/1.200 metros en el interior de Galicia, Cordillera Cantábrica, Pirineos, sistema Central o puntos del Ibérico, así como en Andorra y el Pirineo francés.

 

 

En los Alpes franceses, las cantidades acumuladas de nieve se sitúan ya entre los 30 a 50 cm por encima de los 2.500 metros, de 15 a 25 cm de los 2.100 metros y de 5 a 10 cm de nieve alrededor de los 1.700 metros. Y seguirá nevando.