La evolución del esquí desde la irrupción del carving ha estado en boca de todos, fabricantes, corredores, tiendas y esquiadores de a pie.

 

Que los esquís giran más y proporcionan un mayor agarre sobre la nieve es un hecho, pero ¿cómo se traducen estos cambios en los movimientos del esquiador y en las fijaciones, la herramienta que lo sujeta a los esquís?

 

 

 

Generalmente, la liberación de las taloneras tradicionales de las fijaciones se desencadena en las caídas hacia delante, mediante el avance de la bota que se suelta de la talonera con la elevación del talón, pero esto no ocurre en el caso del movimiento hacia atrás que se produce en los esquís carving.

 

 

Después de un cuidadoso análisis de estos problemas, también a la luz de la evolución de los esquís y las botas, el departamento de investigación y desarrollo de Head/Tyrolia ha identificado las caídas hacia atrás con torsión como uno de los momentos más críticos para el esquiador moderno, especialmente durante la última fase de la curva y no solo cuando la velocidad y la potencia son predominantes.

 

 

Para prevenir la torcedura de rodilla con afectación traumática de los ligamentos, se desarrolló la fijación Protector, con el talón que tiene forma de Pivote, montado sobre una corredera de traslación lateral, que a su vez es regulada por un muelle dedicado.

 

Basado en resultados científicamente documentados y confirmados, la nueva Protector, reduce el número y la gravedad de las lesiones impactantes de la rodilla o el área del ligamento cruzado causadas por caídas con torsión hacia atrás.

 

Esto es posible gracias a la tecnología Full Heel Release (FHR), una combinación innovadora de liberaciones horizontales y verticales del talón.

 

 

En caso de caída hacia atrás con torsión, el movimiento lateral de la bota facilita y favorece el desenganche que se produce en tiempos muy rápidos, liberando al esquiador de la traba del esquí.

 

Con el nuevo Protector, además de las aberturas verticales, la unidad del talón tiene la posibilidad de moverse lateralmente 7 mm y, durante este movimiento, abrirse 30° en rotación, lo que permite una liberación de 180°.

 

 

Por su parte, la puntera ofrece el tradicional desbloqueo de 180° con la placa AFD que facilita la salida de la bota.

 

 

Según estudios certificados independientes de la Universidad de Innsbruck, la combinación de apertura lateral y vertical reduce en más de un 50% las fuerzas que, en caso de caída hacia atrás, actúan sobre los ligamentos de la tibia y la rodilla, provocando la rotura del ligamento cruzado anterior.