La policía italiana confirmó este sábado el balance de lo que es la mayor tragedia en las montañas de Italia. Al final son once personas las que han muerto por el desprendimiento de un serac en el glaciar de la Marmolada, en las Dolomitas.

 

 

Los equipos de rescate temían que una persona más, la doceava, pudiera haber muerto, pero ahora aseguran que no hay razón para creer que el número de víctimas será mayor. Los cuerpos que se han recuperado pertenecen a los excursionistas que quedaron sepultados por toneladas de hielo y rocas y ha sido necesario hacer examen del ADN de los restos encontrados.

 

"Podemos decir que hemos sido muy rápidos en completar nuestro trabajo y llegar a un recuento final de 11 muertes", dijo en una conferencia de prensa Giampietro Lago, jefe de una unidad de policía científica reclutada para ayudar con el proceso de identificación.

 

 

 

 

El desprendimiento, el pasado domingo, de un gran bloque de hielo sobre la ruta principal de acceso a la Marmolada, que con más de 3.300 metros es el pico más alto de los Dolomitas, una cadena en los Alpes italianos orientales que se extiende a ambos lados de las regiones de Trento y Véneto, se atribuye al aumento del calor y las altas temperaturas. El pasado domingo la temperatura en las Dolomitas era inusualmente alta, de 10 grados positivos. El glaciar se rompió en dos puntos y generó un alud de casi 300 metros de ancho.

 

Según el presidente de la región de Véneto, Luca Zaia, el desprendimiento fue una tragedia inevitable. "Es como si hubiera caído un rascacielos de 70 pisos", ha dicho. También ha afirmado que "pensar en un sistema de aviso es difícil, ya que no existen herramientas adecuadas".

 

Sin embargo, la fiscalía de Trento continúa su investigación para determinar si ha habido algún tipo de responsabilidad. Los investigadores del grupo de trabajo que llevan 20 años estudiando el glaciar han explicado que, hasta el pasado domingo, no había signos de un hundimiento inminente.