Alemania cuenta con una de las pocas pistas de esquí del mundo -si no la única- instalada sobre residuos mineros. Se trata de Monte Kaolino, en Hirschau, una montaña artificial que consta de 35 millones de toneladas de arena de cuarzo que fue un subproducto de una mina cercana.

 

 

Monte Kaolino utiliza lo que ellos llaman un sistema de elevación de 'silla' que transporta hasta 9 personas a la vez cuesta arriba. El viaje solo toma 1 minuto y 30 segundos para llegar a la cima.

 

 

Monte Kaolino comenzó su vida como una enorme monstruosidad. Antes de ser famosa por su pendiente de arena, Hirschau en Baviera, Alemania, era conocida por producir caolinita. Este mineral es el componente principal de la porcelana y también se usa para hacer pasta de dientes, pintura y cosméticos, entre otros.

 

Cuando la empresa Amberger Kaolinwer comenzó a extraer caolinita en Hirschau en 1901, terminaron con mucha arena de cuarzo, un subproducto de la separación de la caolinita de la tierra, en sus manos. Sin ningún otro lugar donde colocar el material sobrante, la empresa hizo un montón con él.

 

El montículo de arena siguió creciendo hasta alcanzar proporciones del tamaño de una montaña en la década de 1950. Fue entonces cuando los esquiadores empezaron a utilizar la pista para esquiar durante el verano. 

 

 

A fines de la década de 1950, Monte Kaolino albergaba un club de esquí y pronto se convirtió en una atracción turística en toda regla.

 

Durante años, Monte Kaolino fue sede del Campeonato Mundial de Sandboarding anual.

 

Además del esquí en la arena, los visitantes acuden a Monte Kaolino para otras muchas actividades de ocio, como atracciones, golf, un campo de cuerdas y patinaje en línea. Incluso hay una "piscina de dunas", para que los esquiadores puedan tener la experiencia única de nadar al aire libre.