Y no será porque no lo ha intentado. Nada menos que en cinco disciplinas ha participado con tal de conseguir algún metal -slalom, gigante, supergigante, descenso y combinada-. Un 0 de 5 en pruebas individuales, pero aún quiere competir en el slalom paralelo por equipos del sábado.

 

La doble campeona olímpica venía de ganar cuatro medallas en los Mundiales de 2021 (incluido el oro en la combinada). Además, tiene tres títulos en la general de la Copa del Mundo y cuatro oros mundiales de slalom, siendo la única esquiadora con victorias en las seis disciplinas de la Copa del Mundo de esquí alpino de la FIS.

 

 

La estadounidense partía como favorita en el slalom y en el slalom gigante, donde lo ha ganado todo, pero la nieve artificial de la pista “Ice River” del Yanqing National Alpine Skiing Centre le jugó una mala pasada y quedó eliminada en ambas en las primeras puertas.

 

 

Ante la adversidad, resiliencia, aún le quedaba el supergigante y también se apuntaba al descenso, aunque las pruebas de velocidad no son su mejor baza.

 

 

Allí, al menos, no se fue al suelo ni quedó eliminada, aunque firmó unos resultados fueron muy discretos: 9ª en supergigante y 18ª en descenso, donde dijo que le quedaba “mucho que aprender”.

 

 

Última oportunidad, la combinada del jueves, una carrera que es la suma de un descenso y un slalom.

 

 

La combinada no podía empezar mejor la para Shiffrin: quinta en el descenso, lo que le abría de par en par las puertas a su primera medalla, por fin. Y entonces volvió a ocurrir lo inexplicable. El problema llegó en la décima puerta, 10 segundos después. Perdió el equilibrio, no se recuperó y cayó sobre su cadera.

 

 

El que no pudiera terminar el gigante, el slalom y la combinada constituye una de las mayores sorpresas de estos Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022. “Ciertamente, me lo estoy cuestionando todo”, reconoció Shiffrin. “Estoy decepcionada y frustrada”.

 

“Es increíblemente difícil para ella”, admitió el entrenador en jefe de esquí femenino de Estados Unidos, Paul Kristofic. “Teníamos grandes expectativas al llegar y no ha resultado como esperábamos”.

 

 

El jueves reconoció que quizá se presionó demasiado y no dejó margen de error, pero tampoco estaba segura de que hubiera un denominador común en sus errores. “La presión está ahí, siempre está ahí y no me siento incómoda o ajena a ella”, dijo.

 

Por la noche, Shiffrin publicó dos mensajes en Twitter: “Más allá de terminar los Juegos sin medallas —sin medalla individual— lo más decepcionante es que tuve varias oportunidades de esquiar el slalom en la misma pista”, dijo Shiffrin, “y pues, como saben, fallé en todas”.

 

Un dato demoledor: el 60 por ciento de las caídas de la esquiadora estadounidense a lo largo de toda su trayectoria han ocurrido en “Ice River” de Beijing este mes de febrero. ¿Alguien le habrá echado un mal de ojo?