Los hechos ocurrieron hace un par de semanas, cuando el esquiador Harlan Collins se estrelló contra un ciervo mientras esquiaba por Bald Mountain, en Sun Valley. La colisión no lastimó a Collins, afortunadamente, pero el ciervo no tuvo tanta suerte. El animal murió en la pista conocida como Lower College. Collins procedió a aupar el ciervo sobre sus hombros y se lo llevó esquiando.

 

Así lo narraba el protagonista a los medios locales: “estaba en la pista Lower College, haciendo la última bajada del día alrededor de las 15:30. Comenzaba a oscurecer y llevaba las lentes oscuras en mis gafas. No había nadie alrededor e iba bastante rápido. De hecho, vi dos ciervos al lado de la pista y toda mi atención se dirigió a ellos. Mientras esquiaba en su dirección, se apartaron de la pista y yo dije: '¡Eso fue genial!".

 

 

Sin embargo, no se fijó en que había un tercer animal con el que chocó al girar. "Escuché que se le rompía el cuello por el latigazo del golpe. Recuerdo todo muy bien, estaba muy conmocionado, pero afortunadamente tenía un casco puesto. Fue super triste. Y fue un gran fastidio verlo allí. Murió frente a nosotros mientras temblábamos".

 

 

Mike Fitzpatrick, que está a cargo de Servicios para huéspedes de Sun Valley, lo vio cuando llegó abajo y llamó a la patrulla de esquí.

 

Collins y los patrulleros cargaron al ciervo en uno de los vagones que se utilizan para transportar esquís y botas. "Fue muy triste", dijo Collins. "Me siento muy afortunado de estar bien".