De hecho, tal cantidad de nieve, impulsó a Mammoth a cerrar sus remontes durante toda una jornada, la del martes, para tener tiempo de provocar aludes controlados, pisar bien las pistas y limpiar los telesillas. Vaya, lo mismo que ocurre en nuestro Pirineo cuando cae “paquete”.

 

 

Desde el domingo, una tormenta de nieve ha estado azotando Sierra Nevada -no la española, sino la de California- dejando caer más de un metro de nieve en la mayoría de las estaciones de esquí.

 

Algunas como Mammoth no abrieron y otras abrieron con retrasos, ya que los equipos trabajaron las veinticuatro horas del día para garantizar que los complejos turísticos y las montañas fueran seguros para los visitantes.

 

 

 

Para poner en escala la cantidad de nieve que acaba de caer sobre California, sólo hay que ver las imágenes del icónico letrero de la cumbre de Mammoth Mountain ayer. Este cartel mide casi 7,3 m de alto. Y está medioi enterrado, aunque el viento y la tormenta enmascaran la cantidad de nieve y la estación californiana da unos 380 cm de nieve acumulada.

 

 

La nevada todavía no ha acabado, ya que otra tormenta llegó a California el miércoles cuando se rehacía del poderoso sistema climático que cubrió las montañas con la nieve que tanto se necesitaba y estableció récords de lluvia en el estado afectado por la sequía.

 

 

La nueva tormenta está impactando -cuando escribimos estas líneas- en el norte de California y Nevada con lluvias generalizadas, ráfagas de viento y nevadas en las montañas costeras y Sierra Nevada, donde la capa de nieve normalmente abastece alrededor del 30% de las necesidades de agua del estado.