El único acceso directo entre Andorra y Francia es la carretera RN-20 -con sus dos variables RN22 y RN320- que discurre entre El Pas de la Casa y Porté Puymorens o l'Hospitalet -ya sea a través del túnel o el puerto del mismo nombre-.

 

 

Para hacer frente a esta problemática, que deja al Principado aislado por su costado norte, el empresariado andorrano vehiculado a través de la Confederació Empresarial Andorrana (CEA), hace tiempo que reivindica la construcción de una segunda carretera en la zona de la solana hasta L’Hospitalet-près-l'Andorre, un municipio que limita por el oeste con la parroquia de Canillo, por el sur con la Cerdanya francesa y está muy próxima al paso fronterizo del Pas de la Casa.

 

 

 

El guante lanzado por enésima vez por la Confederación Empresarial Andorrana (CEA) -es un proyecto del que se lleva años hablando- ha sido recogido por el ministro de Territorio y Vivienda andorrano, Víctor Filloy, que califica de "interesante" poder desdoblar las vías de salida del país.

 

"Desde el Gobierno hemos encargado un estudio que ha de analizar las posibilidades para el desenclavamiento del país", recordó Filloy. Así, el ministro constató que a su juicio "hay que analizar todas las posibilidades, como el desvío en Francia y otro por la vertiente sur, así como el transporte por cable, ferroviario, aéreo ...", explica.

 

 

 

Mientras esta segunda vía no llega, el Ejecutivo andorrano ha anunciado la construcción de una galería antialudes en el corredor de aludes H2, sobre la RN-20, que se hará justo antes de la entrada al túnel de Puymorens por la entrada norte.

 

El proyecto se encuentra ahora en fase de pre estudio y la previsión es que pueda estar licitado el otoño de 2023 y terminado en 2025.

Esta obra está valorada entre 14 y 16 millones de euros y podría estar lista en 2025. Ahora la cuestión que preocupa es la afectación que tendrán las obras en los accesos a Andorra.

Esta construcción sobre la carretera es la única solución técnicamente posible y ahora, la principal preocupación, es ver como se ordena el tráfico en una por la cual acceden a Andorra desde Francia una media de 1,5 millones de vehículos al año 1.443.164 vehículos y pasan mercancias por valor de 300 millones de euros.

 

Por ello, la planificación de las obras también prevé como ordenará la circulación mientras duren. El responsable de la cartera de Territorio informó que este es un aspecto que aún está por concretar, pero que el objetivo es habilitar la circulación alternativa y también reabrir una carretera que actualmente está cerrada y que desde el Hospitalet sube por la umbría. Sin embargo, esta solución tampoco será viable en invierno.

 

La mejora de este tramo -anteriormente ya se ejecutó el corredor de aludes H4 en la misma RN-20- forma parte del proyecto Sapyra, que nació de la voluntad de cooperación entre Francia y Andorra para minimizar las afectaciones sobre la viabilidad invernal, y se enmarca en Poctefa, un programa europeo de cooperación territorial creado para fomentar el desarrollo sostenible del territorio fronterizo entre España, Francia y Andorra.