Pendiente de una inyección de capital para sanear la economía de Vallnord-Pal Arinsal, la cónsul major de La Massana, Olga Molné, analiza en un artículo de opinión en el Diari d’Andorra el presente y futuro de la estación que explota el Comú de la Massana.

 

 

La cónsul dice que “El proceso de reflexión estratégica que estamos compartiendo desde el comú con los agentes económicos de la parroquia se evidenció como más necesario que nunca a raíz de la pandemia, que obligó al cierre de las estaciones todo diciembre y la apertura parcial a partir de enero, con un gran impacto económico para la estación y el comú y también para el comercio y los establecimientos turísticos”.

 

Según ella, la responsabilidad del Comú “es trabajar para revertir esta situación. Creemos firmemente en el potencial de Vallnord-Pal Arinsal. Tiene capacidad para continuar generando riqueza para la parroquia y el país”, pero advierte que será posible “siempre que seamos capaces de cambiar el actual modelo”.

 

 

Por ello, “desde EMAP, la sociedad gestora de las pistas, hemos diseñado el Horizonte 2040, una hoja de ruta que marca las líneas estratégicas imprescindibles para afrontar los nuevos retos económicos, de inversión y de sostenibilidad”, señala.

 

Molné asegura que el análisis que ha efectuado desde el consejo de administración de EMAP va mucho más allá de las pistas de esquí. “La competitividad y el atractivo de Vallnord-Pal Arinsal y, por tanto, de la parroquia, van íntimamente ligados al músculo financiero que tenga la estación. Así pues, su viabilidad económica es lo que nos permitirá definir un nuevo modelo de estación más moderno y competitivo para tener la Massana y la estación que todos queremos. La búsqueda de nuevos socios y aliados es sin duda la mejor estrategia para iniciar el Horizonte 2040, abriendo así nuevas puertas para reactivar la estación incrementando los resultados de explotación y su competitividad”.

 

Y lo tiene claro: “Mantener el modelo actual de estación es, en el mejor de los casos, condenarla al estancamiento”.

 

En opinión de la cónsul, “la viabilidad de la estación de esquí pasa por ampliar la capacidad de inversión y la puesta en marcha de nuevos proyectos estratégicos con el objetivo de ir hacia una estación saneada financieramente y líder en servicios, que genere riqueza para la parroquia y con proyección de país”.

 

“El objetivo es reforzar financieramente EMAP, con un cambio de accionariado, que nos permita ganar competitividad en la oferta global de esquí y reafirmarnos como la estación de la bicicleta de montaña. La estación ha tenido un papel relevante en el crecimiento de la actividad turística de la Massana y Andorra”.

 

Por ello, el programa Horizonte 2040 incorpora otros proyectos estratégicos: “Además de plantear una nueva estructura empresarial de EMAP, prevé una ampliación del dominio esquiable, pasando de los 63 a los 90 kilómetros de pistas, y la mejora de los accesos”, indica.

 

También tiene importancia cabal el helipuerto, en el Pla de la Caubella, “pués significará un salto cualitativo en la conexión internacional de Andorra y será un nuevo motor turístico de la parroquia”.

 

 

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Según la cónsul, “el proyecto es en estos momentos objeto de un replanteamiento, pero estamos convencidos de que encontraremos una solución viable que aporte valor a todas las partes”.

 

En el artículo, también destaca la importancia de potenciar un destino de naturaleza, lo que se conseguiría con el nuevo parque solar del Pla de la Tosa “una apuesta por la sostenibilidad de la estación a través de la energía renovable”.

 

Esta inversión de 2,2 millones de euros por parte de la empresa Norte Andorrà cubrirá un total del 37% del consumo eléctrico de la estación. Las 5.320 placas solares que se instalarán producirán anualmente 2.400.000 KW / h.

 

Y sigue: “El cambio de modelo de la estación va estrechamente ligado a seguir apostando por los deportes de nieve y reforzar el liderazgo que actualmente tenemos en el mundo de la bicicleta”, que permite desestacionalizar el turismo y ha convertido Pal Arinsal “en el gran referente de la BTT, ha supuesto un estímulo para los comercios y los establecimientos turísticos de la Massana durante la primavera y el verano y ha diversificado los ingresos de la estación”.

 

Molné concluye que Vallnord-Pal Arinsal “es el tesoro de los massanencs, pero también es uno de los grandes activos turísticos del país. El plan Horizonte 2.040 debe suponer el impulso político, económico y social para preservarlo”.