El slalom es una disciplina de esquí alpino que sigue un recorrido entre banderas o puertas, ideada por el británico Arnold Lunn (más tarde Sir Arnold Lunn) a principios de la década de 1920. Aunque en 1905 el austriaco Matthias Zdarsky había desarrollado una "carrera de prueba" -un slalom de 85 puertas-, este tuvo poco efecto y ninguna influencia en las carreras de slalom moderno.

 

 

El deporte se añadió al programa olímpico en los Juegos de invierno de 1936 celebrados en Garmisch Partenkirchen, Alemania.

 

El trazado de slalom está cuidadosamente diseñado para probar la habilidad y el tiempo de los competidores. Las puertas se colocan en diversas combinaciones, y se requiere una gran habilidad para lograr la mejor línea de aproximación y salida.

 

El esquiador que se salta una puerta es descalificado.

 

Las puertas tienen al menos 75 cm de ancho y 4 m de distancia. Cuando se desarrollaron por primera vez, las puertas de slalom eran pequeñas banderas clavadas en la nieve; luego fueron reemplazadas por cañas de bambú más largas, que podrían retroceder y golpear a los competidores.

 

Para solucionar este problema, se idearon nuevas puertas de plástico que tienen resortes para regular su movimiento, haciendo que se inclinen cuando los esquiadores entran en contacto con ellas.

 

Para eventos de campeonatos olímpicos y mundiales, el recorrido de hombres debe tener un descenso vertical de 180 a 220 y el de mujeres debe tener un desnivel de 130 a 180 m.

 

Para otros eventos, el trazado puede ser más corto y menos difícil. Los eventos masculinos usan de 55 a 75 puertas y los femeninos de 45 a 60.

 

En los principales eventos internacionales, los competidores de slalom suelen realizar dos carreras en dos recorridos diferentes. El ganador es el que tenga el tiempo combinado más bajo.