A tres días de la apertura de los de Tokio (23 de julio-8 agosto) y en la misma capital de Japón, los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) validaron unánimemente la introducción del esquí de montaña en el programa de los Juegos Olímpicos de invierno de Milán - Cortina d’Ampezzo, Italia, como "deporte suplementario" probado, pero sin garantías de continuidad.

 

Según acordó la 138ª sesión del COI, en los JJ. OO. de Cortina se disputarán cinco títulos de esquí de montaña. Al igual que en los Juegos Olímpicos de la Juventud del pasado año en Lausana (Suiza), las pruebas para obtener medalla serán individual y sprint masculino y femenino y una carrera de relevos mixta, que se disputarán entre 48 clasificados -24 hombres y 24 mujeres-, que entrarán en el cupo global de 2.900 participantes de los Juegos.

 

Esta nueva disciplina olímpica consiste en subir esquiando con pieles de foca por un trazado marcado -donde los participantes incluso pueden tener que caminar a través de la nieve portando su equipo y escalar muros de roca helada con crampones si la pendiente es demasiado severa- y luego descender esquiando. El primero que llega a la meta tras pasar los puntos de control es el ganador.

 

 

 

Preocupado por renovar su audiencia, como garantía de futuro para sus ingresos por televisión, el COI deja ahora a las ciudades sedes de los Juegos la posibilidad de proponer nuevas disciplinas, si son "espectaculares" y a la vez "culturalmente pertinentes en el país sede y más allá".

 

Y el esquí de montaña estará en su casa en los Alpes, ya que los esquiadores europeos, especialmente los italianos, franceses y españoles, siguen monopolizando los podios mundiales, incluso aunque la Federación Internacional cuenta ahora con 37 países miembros de cuatro continentes.

 

Para el COI, esta disciplina tiene la ventaja de no necesitar ninguna construcción, un criterio importante desde que la instancia olímpica decidió limitar las costosas inversiones, a menudo disuasorias para las ciudades sede.

 

La llegada del skimo al COI permite seguir la explosión de esta práctica entre los aficionados, ya que el esquí de montaña representa "un 15% del mercado de la nieve y el esquí", según estimaciones de fabricantes citadas por la instancia olímpica.