Dos de las áreas de esquí de verano de Noruega -Stryn y Galdhøpiggen Sommerskisenter- han cerrado antes de lo previsto, ya que los glaciares del país se han visto afectados por un calor prolongado que ha fundido la capa de nieve antes de lo habitual y ha dejado al descubierto el hielo que hay debajo.

 

La tercera, Fonna Glacier no está mucho mejor, pero mantendrá abiertas pistas y remontes una semana más.

 

 

 

En 2020, por ejemplo, la capa de nieve en Stryn tenía un espesor de más de 15 metros de profundidad y se tardó un mes en cavar el trazado de los telesquís. En cambio, esta primavera, el espesor máximo no llegaba ni a la mitad, 6 metros y ha “desaparecido” en apenas dos meses.

 

El resultado es que Stryn fue la primera en cerrar, en junio pasado, después de menos de un mes abierto asegurando que: “después de mucho viento y lluvia, la nieve desaparece a una velocidad récord".

 

El Galdhøpiggen Sommerskisenter tiene la base más alta de Escandinavia, a pesar de lo cual las altas temperaturas y los fuertes vientos en el glaciar de este inicio de verano, han expuesto gran parte del hielo. "El plan era mantenernos toda la temporada hasta otoño, pero ya no es posible y cerramos por razones de seguridad", explicó un portavoz del centro, y agregó: "Perdón por la advertencia tardía, pero el derretimiento de la nieve ha sido mucho más rápido de lo que creíamos posible".

 

Ahora, su objetivo es reabrir el 18 de septiembre, tal vez una semana antes si las condiciones meteorológicas lo permiten, y advierten a los excursionistas que no vayan al glaciar ahora sin cuerda, ya que las grietas no están mnonitoreadas y marcadas cuando el centro está cerrado.

 

 

La tercera área de esquí de verano de Noruega, Fonna Glacier permanecerá abierta, al menos, una semana más, a pesar de acumular menos nieve que años precedentes y registrar una primavera cálida. En 2020 Folgefonna, estuvo abierta hasta las vacaciones de otoño.

 

“Hay muy buenos pronósticos para esta semana, con posibilidad de heladas nocturnas. Esto, en combinación con el trabajo en pistas, nos permite seguir funcionando”, explica el director general del centro de esquí, Michael Iversen, a Hardanger Folkeblad, quien recomienda, sin embargo, que no vayan esquiadores noveles o que estén aprendiendo, porque la nieve en pistas es muy dura y hay mucho hielo.