Lo leemos en el Diari de la Neu, que ya publicó un extenso reportaje cuando se cumplieron 20 años de la tormenta del siglo en el Balandrau. Ahora nos informa que el filme narra la historia a través de sus supervivientes, y de aquellos que arriesgaron la vida en los trabajos de rescate.

 

El 30 de diciembre del 2000, a las dos de la tarde, comenzó el episodio meteorológico más terrible de la historia reciente de los Pirineos y el tercer peor accidente a nivel mundial fruto de la violencia del viento en las montañas.

 

 

En pocas horas, el frío, la nieve y el viento convirtieron el Balandrau, la montaña de 2.585 metros que separa los valles pirenaicos de Ribes de Freser y Camprodon, en una trampa. La potencia del viento de la ventisca trasladó las duras condiciones de las cumbres del Himalaya a los Pirineos en cuestión de minutos, y ahora el director Guille Cascante ha plasmado los hechos en un documental: “Balandrau, infierno helado”.

 

Cascante explica que desconocía la historia hasta que el productor Toni Folguera le dejó '3 noches de ventisca y 1 Año', de Jordi Cruz, el libro con el que se basa el documental. Y recuerda que el proyecto arrancó como un anti-documental, porque partían de un testigo y se tenían que recrear muchas escenas. "La experiencia que hemos adquirido haciendo Crímenes hizo que pensaran conmigo para dirigirlo", dice. Y añade que han rodado en condiciones meteorológicas muy adversas, pero han “intentado ser muy fieles a las recreaciones. El espectador vivirá un poco lo que vivieron los protagonistas".

 

 

 

La mañana del 30 de diciembre del año 2000, Josep Maria Vilà, un bioquímico de 27 años, inició la ruta hacia la cima del Balandrau en esquí de montaña con su novia y tres amigos. Como ellos, el Pirineo está lleno de excursionistas, esquiadores y alpinistas que quieren disfrutar de un día espléndido y de la abundante cantidad de nieve acumulada aquel final de año.

 

Al mediodía, una repentina ráfaga de viento de más de 100 kilómetros por hora barre al grupo de Josep Maria y el resto de las personas que hay en la montaña. Nadie esperaba una tormenta, las predicciones meteorológicas no lo anunciaban.

 

Tumbados en el suelo, piensan que esa virulencia no puede durar: "Estamos en el Pirineo, esto no es el Himalaya". Pero ese viento no tiene intención de detenerse y no lo hará en las siguientes doce horas.

 

No saben que lo peor aún está por llegar. Cuando el viento comienza a arrastrar la nieve acumulada, se transforma en la ventisca. La sensación térmica cae hasta los 30 grados bajo cero y todo el espacio queda teñido de un blanco impecable e inmerso en un ruido ensordecedor.

 

Sin poder ver ni oír nada, los excursionistas se desorientan, mientras el viento y la nieve no paran de golpearlos violentamente. Se congelan y, si no hacen algo, morirán de hipotermia. En un instante, lo que debía ser una plácida actividad de montaña se convertirá en una lucha extrema por la supervivencia.

 

 

En la zona del Gra de Fajol, otra pareja, Àngela Roch y Javier Guerrero, falleció por el frío extremo y fue hallada en la Coma d’Orri.

 

El reportaje de TV3 añade, por vez primera, una décima víctima a la tragedia, la de un monitor de esquí aquel mismo día en Port Ainé.

 

 

 

El director del documental enumera los objetivos de “Balandrau, infierno helado”: "reflexionar sobre la pequeñez del ser humano ante la fuerza de la naturaleza. Ninguna de las nueve personas que perdieron la vida en los Pirineos aquel 30 de diciembre eran unos imprudentes y el documental invita a reflexionar antes de salir a la montaña y en el mar sobre la fuerza de la naturaleza".

 

Uno de los protagonistas del documental Balandrau, infierno helado es Josep Maria Vilà, Que sobrevivió a la tragedia. En declaraciones a la ACN, señaló que una de sus terapias para superarlo ha sido explicar su experiencia y no darle la espalda. "Siempre lo he explicado y todos mis familiares y amigos lo saben y ahora volver a explicar por el documental no significa que esté preparado, porque ya lo estaba", dice.

 

Vilà, que perdió a su pareja en aquella tragedia, aseguró que para él el Balandrau significó "volver a vivir y nacer. Es un punto de inflexión en mi vida y cuento los años a partir de ese año".

 

 

Balandrau, infierno helado es una producción de TV3 en coproducción con Goroka y Lastor Media. El documental inaugurará la 24ª edición del DocsBarcelona el 18 de mayo (los Cines Aribau de Barcelona), y esa misma noche se estrenará el programa 'Sense Ficció' de TV3.

 

Si desea ver el tráiler del documental, haga clic aquí.