La estación de Lunada en Burgos lleva dos años sin abrir sus instalaciones, la empresa concesionaria sufrió dificultades económicas en 2019 y el pasado invierno el ayuntamiento le rescindió el contrato.

Lunada no ha tenido suerte en los últimos años, los años pesan... la empresa que se adjudicó la concesión en 2014 no pudo mantener el servicio por dificultades económicas y la estación paso a manos de otra sociedad. Se trataba de la empresa Snow Mountain que adquirió el compromiso de regentarla durante 15 años, aunque en 2019 ya comenzaron las deudas y los impagos entre ellos, la falta del pago del canon de uso. Por lo que el ayuntamiento de Espinosa de los Monteros tomo la decisión de rescindir el contrato.

Ahora, según informa la Radio y Televisión de Castilla y León el ayuntamiento tiene la intención de darle vida al edificio de servicios como refugio de montaña, para ello destina 40.000 euros. La intención es que esté en marcha los 12 meses del año, “vamos a dejar momentáneamente de lado la función de estación de esquí para intentar centrarnos en lo que puede tener viabilidad a corto y medio plazo como refugio de montaña” apunta el concejal de Medio Ambiente de Espinosa de los Monteros, José Ignacio González al medio. También señala que hay empresas interesadas en licitar y desde el ayuntamiento confían que el próximo invierno la estación de esquí vuelva a funcionar complementada con la función de refugio de montaña.

La losa de la antigüedad de las instalaciones que dificulta su viabilidad como estación de esquí

Al margen de los resultados económicos la sentencia para Lunada y cualquier empresa que apuesta por su gestión es la antigüedad de sus instalaciones.

La última auditoría efectuada por los técnicos del servicio de transporte de la Junta de Castilla y León fue del todo desfavorable. Su conclusión fue clara: las instalaciones no estaban preparadas para operar este último invierno si no se acometen mejoras.

 De los cuatro remontes con los que cuenta la estación, desde 2015 solo se han llegado a utilizar dos. Los otros dos necesitan renovarse de manera integral, al igual que sucede con buena parte de los equipos de la instalación. Y eso a pesar de las inversiones realizadas en los últimos años para intentar paliar las deficiencias que presentan unas instalaciones con medio siglo de historia a sus espaldas.
 

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