El calendario puede señalar que estamos en abril, pero el clima es más de febrero en gran parte de Europa y el norte de África. Una fuerte ráfaga de frío, acompañada en algunos lugares por una rara nevada tardía, está afectando el norte del viejo continente, provocando un cambio estacional repentino en algunos lugares después de haber registrado el clima más cálido en marzo.

 

 

La semana pasada, los Países Bajos, Francia, Bélgica y Luxemburgo establecieron temperaturas cálidas récord para el mes de marzo, mientras que las estaciones en toda Europa e incluso en Asia también batieron lecturas récord para estas fechas.

 

El 31 de marzo, los termómetros marcaron +25,3 ° C en Ljubljana (Eslovenia), +26,0 ° C en París (Francia), +26,8 ° C en Koersel (Bélgica), +26,1 ° C en Arcen (Países Bajos), +26,3 ° C en Ettelbreck (Luxemburgo) y +27,2 ° C en Rheinau (Alemania). Y también +32,3 ° C en Badajoz (España), ¡un día muy caluroso!.

 

 

De hecho, la nieve ya está cayendo en Alemania, Austria, Eslovenia, Croacia y otros países centroeuropeos.

 

 

Como se esperaba, los modelos meteorológicos no se equivocaron esta vez.

 

Muchas áreas del norte de los Balcanes han experimentado temperaturas incluso más bajas que durante el último invierno 2020/21.

 

 

La razón principal de estos registros de frío extremo es la masa de aire frío del Ártico que se extendió por gran parte de Europa esta semana. Las noches despejadas (sin nubes) sin apenas vientos y con nieve fresca en el suelo con masa de aire seco en los niveles medios son una receta ideal para un enfriamiento extremo en las horas nocturnas.

 

 

 

 

Este es el quinto año entre los últimos 6 años en que se producen heladas y nieve en primavera y esta podría ser la nueva normalidad, ya que los períodos de calentamiento al final del invierno y principios de la primavera se están volviendo bastante frecuentes últimamente.
 

 

Lo interesante de esta ráfaga fría sobre Europa esta vez es que ha afectado a gran parte del continente y el origen de la masa de aire es tanto el Ártico como el marítimo. Por lo general, estos eventos de frío extremo en primavera ocurren con una masa de aire continental más seca. La ráfaga de frío se extendió primero por Europa occidental y luego continuó hacia las partes centrales de Europa.