Es el caso de dos hermanos aficionados a la moto de nieve que regentan un taller al sur de Salt Lake Valley, en Utah, y que durante una de sus excursiones se vieron sorprendidos por una gran avalancha junto a unos amigos. Todo ha quedado en un gran susto y registrado en imágenes por sus móviles que han subido a las redes sociales, pero podría haber terminado en tragedia.

 

Como suelen hacer desde pequeños, este sábado, Miles Penrose, su hermano menor Hunter y sus amigos salieron en moto de nieve por las montañas de los alrededores de su casa. De repente, una avalancha envolvió la montaña cuando una gran masa de nieve se precipitó hacia ellos, todo lo cual fue grabado por uno de los amigos de Penrose con su smartphone.

 

 

Las Imágenes muestran el momento en que la avalancha se acerca al grupo y se los lleva por delante, enterrándose hasta la cabeza en la nieve.

 

 

 

Esta es la historia contada por ellos mismos: “Cuando terminé de grabar a mi hermano jugando con la nieve, la montaña tembló. Mi pensamiento original fue... terremoto. Luego pensé en una avalancha. Cuando me giré y miré hacia arriba pude ver la ola de nieve que se acercaba. Mi hermano estaba de espaldas y grité avalancha tan fuerte como pude…”

 

A partir de ahí, un cúmulo de errores que los protagonistas reconocen y que explican para que no les suceda otros en las mismas circunstancias: “Ahora viene mi error #1. Saqué mi mochila de avalancha klim y boom, no pasó nada. No la había encendido. Un segundo más tarde la nieve golpeó y comencé a nadar. De alguna manera sólo me moví unos 20 metros y me quedé encima de la nieve (MILAGRO). Solo quedé enterrado hasta la parte baja del pecho y me desenterré…”

 

 

 

Y otra equivocación: “Error #2, si no hubiera podido escuchar su voz me hubiera perdido. Mi ARVA, la sonda y la pala estaban en mi mochila, pero no tenía ni idea de qué hacer primero. Dejadme deciros que no hay peor sensación que la de tener a tu hermano pequeño enterrado. Seguí su voz y vi la parte superior de su casco negro y su voz y empecé a cavar”.

 

 

“Entonces empezamos a comunicarnos por radio, ¿dónde está todo el mundo? ¿Estáis todos bien? No nos dimos cuenta, pero la avalancha también había alcanzado el otro lado de los árboles donde estábamos... Craig y su moto quedaron enterrados, pero consiguió saltar a tiempo, lo que probablemente le salvó la vida. La persona que grababa (Nate) quedó enterrada hasta la cara y de alguna manera pudo sujetar su teléfono”.