Así ha comunicado este viernes por la tarde el primer ministro, Jean Castex, después de una reunión de urgencia del consejo de defensa sanitaria en París presidida por Emmanuel Macron. La medida entrará en vigor a las cero horas de este domingo. Tampoco se podrá viajar desde Francia a países de fuera de la UE.

Las fronteras con los vecinos de la UE seguirán abiertas, pero al entrar en Francia se exigirá una prueba PCR negativa. Solo quedarán exentos los trabajadores fronterizos. En la actualidad no se necesitaba test en los viajes en coche o en tren.

¿De qué forma afectará a Andorra?

Habrá que ver cómo estas nuevas restricciones afectan Andorra, tanto en el acceso a Francia como la posibilidad de que los franceses vengan al Principado, teniendo en cuenta que en las últimas decisiones ha considerado Andorra como un país de la Unión Europea.

Foto crédito La Depeche/NR - LAURENT DARD

Castex ha descartado, por el momento, un nuevo confinamiento

Se esperaba o mejor dicho se temía un nuevo confinamiento general en Francia, finalmente han sido una serie de medidas especificas para evitarlo a la espera de la evolución de la pandemia en el país galo.

Recordemos que Francia mantiene los remontes de todas las estaciones de esquí del país cerradas desde el inicio de la temporada y se esperaba con algo de esperanza la revisión de esta medida anunciada para el 1 de marzo... Muchas estaciones ya están anunciando el cierre definitivo de la temporada y el impacto económico de esta temporada en blanco a nivel global del sector de la nieve francés, se estima que superará los 2.500 millones de euros.

Otra medida para frenar el coronavirus será el cierre de los centros comerciales de superficie superior a los 20.000 metros cuadrados. Castex anunció un despliegue policial más intenso para controlar que los restaurantes siguen cerrados y que los ciudadanos cumplen el toque de queda, que entra en vigor a las 18 horas.

Además de las duras restricciones, posiblemente las más duras de Europa, los franceses son víctimas de una pésima gestión de la campaña de vacunación, una de las más lentas y mal organizadas de Europa. Miles de ciudadanos de diferentes regiones del país, después de concertar cita para recibir la primera dosis, esta fue anulada y el descontento aumenta entre los ciudadanos y hace más difícil al Ejecutivo francés el pedir nuevos sacrificios.