El esquiador británico de kilómetro lanzado (Speed Ski) afincado en Madrid, Jan Farrell, ha anunciado su retirada de la alta competición. Uno de los máximos impulsores de esta disciplina en nuestro país y en el mundo entero, ha explicado las razones de su decisión a través de un comunicado:

 

“Me gustaría anunciar que me retiro temporalmente de la alta competición por mis nuevas circunstancias familiares y por la responsabilidad con la gente que me rodea; quiero evitar las posibles consecuencias de lo que supondría viajar durante COVID-19. Tengo la magnífica suerte de tener dos niñas: Olguita y Vera, que cumplirán 3 y 1 años el próximo mes de abril. Por ellas he dejado de trabajar al 50% de mi tiempo y no podría ser más feliz viéndolas crecer, aprender, jugar y convertirse en unas personitas increíbles. Pasar tiempo con ellas y cuidarlas a diario es un sueño hecho realidad. Y en estas circunstancias tan difíciles para todos, ellas merecen mi atención más que nunca”.

 

 

Jan Farrell ha hecho coincidir el anuncio de su retirada con el día en el que arranca la temporada de Speed Ski en la estación francesa de Gavarnie, que se estrena como destino del circuito. Además, es la estación donde en el invierno de 1988/89 (cuando vivía en Vitoria), el velocista tomó su primera clase y aprendió a esquiar.

 

 

Farrell repasa su carrera, incluso su caída a 216 kilómetros por hora, agradece a todos los que le han apoyado a lo largo de estos años y se fija nuevas metas para este 2021 que consistirán en promover los deportes de nieve en España y dar soporte a jóvenes promesas de la disciplina en diferentes países aprovechando sus conocimientos técnicos, su metodología de entrenamiento y todo el material del que dispone. “Seguiré vinculado al Speed Ski aspirando a que se consolide como un deporte de invierno importante y con un alto seguimiento”, explica.

 

 

Farrell también anuncia que destinará todo el beneficio de su actividad de nieve a la Fundación “También", un grupo dedicado a facilitar que las personas con movilidad reducida puedan practicar esquí y que 20 niños con parálisis cerebral y sin recursos económicos puedan comenzar a esquiar en Madrid SnowZone, en pista cubierta.