Los trabajos son arduos y complicados a causa de la nieve, el intenso frío y el elevado riesgo de avalanchas que todavía hay en la zona como se puede apreciar en el video que ilustra esta información.

 

Tras localizar el cuerpo sin vida del primer trabajador, César Fernández Ordóñez, de 53 años y vecino de Mieres, a las 23.24 horas del día 1 junto a la carretera, la búsqueda se centra ahora en el fondo del despeñadero de Riofrío, donde se ha conseguido recuperar la máquina quitanieves totalmente destrozada, más de 200 metros precipicio abajo.

 

El desaparecido es Virgilio García García, de 61 años y natural de Gijón, que se encontraba el viernes realizando labores de limpieza de la calzada del Puerto de San Isidro (la AS-253) en Aller, junto a su compañero, cuando se desencadenó la avalancha.

 

 

El alud, de grandes dimensiones, se llevó por delante todo lo que encontró a su paso, incluida la pesada máquina quitanieves. La fresadora, en la caída, quedó partida en tres partes.

 

Al tratarse de una zona muy vertical, donde va a evacuar toda la nieve, se optó por la retirada del lugar, por seguridad, del personal de tierra, ante el temor a nuevos aludes y la intención es seguir el operativo de búsqueda con un dron o un helicóptero; pero ayer tampoco fue posible por el mal tiempo.

 

De hecho, hoy mismo se ha registrado un nuevo alud en la zona de búsqueda.

 

El aparcamiento de la residencia del Montepío se ha convertido en la base de operaciones. El equipo humano lo componen unas 80 personas, con efectivos de Bomberos, el Grupo de Rescate y Unidad Canina, el GREIM de la Guardia Civil y la Unidad Militar de Emergencias (UME), que se incorporó ayer con dos pelotones de 25 personas cada uno (además de un grupo cinológico, un grupo especial de montaña, una cuña y un vehículo oruga).

 

Los hechos se remontan en torno a las 15.30 horas del 1 de enero, cuando César Fernández y Virgilio García fueron a despejar un alud en la carretera AS-253, a la altura de Riofrío, Aller.

 

Sobre las 16.15 horas, una segunda avalancha de nieve se abalanzó ladera abajo, arrastrando la fresadora y sepultándola bajo la nieve.