Intentando poner un poco de luz, lo que sé da por seguro es que la temporada de esquí andorrana será una realidad a partir del 19 de diciembre, coincidiendo con la fecha de la desescalada de las medidas de movilidad en Francia y un poco antes de que las aplique Catalunya -previstas para el 21 de diciembre-.

 

Al margen de las restricciones a causa de la COVID-19, el otro gran condicionante para abrir las estaciones de esquí es la nieve. Hasta ahora, la producción de nieve artificial ha sido paupérrima, pero las condiciones han cambiado y esperan algunas débiles nevadas para este fin de semana que podrían adelantar el estreno de sus pistas y remontes.

 

 

Es el caso de Grandvalira, que no descarta estrenar la temporada de esquí antes de la apertura de las fronteras si las condiciones meteorológicas lo permiten., pero "las producciones de los cañones son muy marginales, necesitamos un periodo de entre 48 y 72 horas de frío para que los aparatos de nieve artificial rindan bien y podamos tener un buen espesor".

 

Según publica el Diari d’Andorra, el horizonte principal de Grandvalira se sitúa en el 19 de diciembre, una vez Francia permita la libre circulación y tres días antes de la apertura de Catalunya. Sin embargo, "si tenemos nieve" la intención es ofrecer la posibilidad a los residentes "de disfrutar de nuestras pistas" y "comenzar una pequeña campaña de marketing que también llegaría a los países vecinos", indican fuentes del dominio esquiable a este diario.

 

En el caso de Vallnord Pal-Arinsal, la cónsul mayor de la Massana informó que la estación abrirá a partir del 19 de diciembre, a pesar de que desde Ski Andorra y las diversas sociedades explotadoras de los dominios quedan pendientes de los protocolos que los países vecinos puedan adoptar por la evolución de la pandemia del coronavirus "y no hay nada concreto de forma oficial".

 

De todas formas, serán las estaciones las que comuniquen ofcialmente la información final sobre la fechas de apertura.