El estado de alarma decretado, las restricciones de movilidad y la situación epidemiológica actual todavía con cifras negativas han llevado al Grupo de la Nieve aragonés a tomar esta decisión que atañe a toda la plantilla. Se mantendrá la actividad en la empresa conforme a las necesidades actuales.

 

En un comunicado, Aramón explica que “con esta medida, la empresa quiere proteger tanto a sus empleados como el futuro de la misma”.

 

La nota también añade que las estaciones del Grupo Aramón están preparadas para abrir cuando las condiciones meteorológicas y sanitarias lo permitan. Y es que la falta de nevadas y bajas temperaturas para producir nieve, se suman a la problemática derivada de la Covid y hacen muy difícil la apertura por el Puente de la Purísima.

 

El ERTE atañe a toda la plantilla de las estaciones de Formigal, Panticosa y Cerler, en el Pirineo, y Valdelinares y Javalambre, en Teruel, pero no en la misma medida. Dependerá de los distintos puestos de trabajo. "Se mantendrá la actividad en la empresa conforme a las necesidades actuales", ha aclarado el grupo.

 

 

Este reajuste laboral se suma al presentado esta misma semana por otra de las estaciones de esquí aragonesas, Candanchú. El ERTE de Candanchú a sus 28 trabajadores fijos, que la empresa espera ir incorporando a medida que los requisitos del día a día lo hagan necesario o cuando tengan la fecha exacta de apertura de la estación.

 

Su director general, Álvaro Luna, explica en el Periódico de Aragón que la medida se debe a causas de fuerza mayor, con una movilidad muy limitada y los confinamientos perimetrales en Aragón, Navarra y el País Vasco, clientes habituales de Candanchú.

 

A estos casos se podría sumar también Astún, que tomará una decisión al respecto en función de cómo avancen los acontecimientos.