Lo ha anunciado el gerente de Valdezcaray, Jorge Lladó, que no quiere que se repita una temporada como la pasada, una de las peores de todos los tiempos, con unos números paupérrimos: 19 días abiertos para la práctica del esquí -solo un fin de semana al 100%-, 18 para uso turístico y 77 días cerrada.

 

“A no ser que la pandemia o alguna alerta sanitaria lo impida”, su gerente asegura que Valdezcaray abrirá, ya en diciembre, aunque sea para uso turístico, y la temporada concluirá en Semana Santa.

 

 

Lladó explica en declaraciones al Diario de La Rioja que las infraestructuras están preparadas, y en cuanto a lo que tiene que ver con la pandemia, durante todo el verano han estado adecuando el protocolo, “aun así estamos esperando un protocolo específico para todas las estaciones de esquí que van a enviar desde la Federación Nacional de esquí”.

 

 

Como novedades, para este año se ha habilitado en el pueblo de Ezcaray una taquilla y punto de venta para poder comprar el forfait y no tener que hacerlo en la propia estación. Se podrá comprar desde el día anterior. Estará ubicado en la oficina de Turismo de Ezcaray desde las ocho a las nueve de la noche.

 

 

 

Sin embargo, la novedad más destacada de la estación riojana es el estreno de un telesilla nuevo que va de la cota 1.600 metros a los 1.800. “No ayudará a aligerar los tiempos de espera y que haya menos gente en las filas, y menos contacto entre la gente”, indica el gerente. El remonte puede transportar a 1.500 esquiadores, lo que permitirá aumentar el volumen que es capaz de absorber la estación en 1.500 personas (de 16.400 viajeros por hora a 17.900).

 

Otra de las novedades, es el esquí ratrack, que permitirá esquiar en la cara sur del San Lorenzo, ampliando el dominio esquiable sin necesidad de nuevos remontes.

 

Por otro lado, y aunque ya se pueden hacer excursiones con raquetas, también se quiere potenciar el esquí de fondo, y preparar una pista por la zona de Cobetia.

 

Para los usuarios que no esquían, se ha mejorado la oferta de hostelería y hay la intención de poner una pasarela para que se pueda hacer una visita por la estación a pie y hasta este restaurante sin que haya que pisar la nieve.

 

También se ha rebajado la tarifa del primer telesilla para subir al restaurante, con un precio de cuatro euros (incluye los seguros) y se oferta un abono de 80 euros para la gente que no esquía pero que puede subir siempre que quieran hasta la cota de 1.600 metros.