El presidente de Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya ha expresado el deseo de iniciar la temporada de verano a la mayor brevedad posible. Ricard Font, en declaraciones a TV del Ripollès, afirma que las estaciones de montaña del grupo están preparadas para abrir de manera inmediata cuando se levante el estado de alarma y por tanto, dar una mano al sector de la restauración y el alojamiento del territorio, muy tocado por el confinamiento.

 

“Cuando tengamos el permiso de apertura y unas ciertas condiciones que no dependen de nosotros, en el minuto 0, estaremos preparados para abrir, con el objetivo fundamental de apoyar a las pequeñas y medianas empresas, la restauración, los hoteleros, a la gente del territorio” explica el presidente de FGC al medio comarcal.

 

La empresa pública, que gestiona las estaciones de esquí y montaña de La Molina, Espot, Port Ainé, Vallter 2000, Vall de Núria, y Boí Taüll, también se propone participar en todas las iniciativas que se pongan en marcha para captar el turismo catalán.

 

A medida que se vayan conociendo más detalles del desconfinamiento, habrá que ver qué medidas se deberán aplicar. En el caso de la Vall de Núria, no se descarta limitar el acceso a los trenes cremallera. “Si la gente debe utilizar la mascarilla como medida de autoprotección al transporte público podremos ocupar más espacio. Si no, desgraciadamente tendremos que limitar el número de pasajeros”, apunta Ricard Font.

 

 

En lo que se refiere a la temporada de invierno, el máximo responsabls de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya estima que, a causa de la crisis de la COVID-19, se han perdido cerca de tres millones de euros en ingresos en las estaciones de Vall de Núria, Vallter 2000 y La Molina.

 

La pandemia del coronavirus provocó que la temporada acabara de manera repentina, mucho antes del 13 de abril, la fecha final que se había marcado en su calendario.