La moda del cabriolet (descapotable) ha desembarcado con fuerza en las estaciones de esquí. Si en verano pasado Tignes estrenó con gran éxito el nuevo teleférico la Grande Motte con una terraza panorámica descubierta y vistas de 360 grados sobre los Alpes, ahora se ha sabido que un puñado de estaciones europeas podrían incorporar telecabinas con cabinas descapotables el próximo invierno.

 

Se trata de nuevo modelo de góndola de la compañía suiza Bartholet al que se le quitarán las ventanas de la cabina de forma que estén abiertas todo el tiempo con una apertura fija.

 

 

"El cristal no se puede cerrar cuando hace mal tiempo, pero si un área de esquí también tiene góndolas regulares encerradas en vidrio en la línea, las góndolas se pueden intercambiar fácilmente dependiendo del clima y el sistema de garaje", explica Denise Linder de Bartholet.

Las góndolas abiertas no son nuevas. Algunos de los primeros modelos, generalmente utilizados en ubicaciones urbanas o para pasar entre las bases de los resorts, se construyeron sin ventanas, pero ahora son raros.

 

 

Sin embargo, varias estaciones de esquí, incluido el glaciar Dachstein en Austria y el glaciar en Tignes en Francia, han presentado cabinas de teleféricos con secciones al aire libre en sus techos.